Hace mucho tiempo que uno de los artículos que tenía pensado escribir era el que ahora estáis empezando a ver. En más de una ocasión él mismo me dijo que estaba muy interesado en la realización, tanto de un artículo sobre su vida ajedrecística como la edición de un libro que hablara de ella. Está claro que hablar de Jaume Anguera Maestro no era tarea fácil si no podía disponer de toda la información que el propio jugador debía poseer y así se lo indiqué. Interesaba disponer de fotografías suyas de todas sus épocas, partidas jugadas, etc. A pesar de todo, siempre me decía que no tenía nada y que nada había guardado, lo que me dejó descolocado totalmente. Y así iba pasando el tiempo. A pesar de ello empecé a poner en carpeta todo lo que yo tenía sobre él, de mi propio archivo, del de Àngel Ribera, donde vivieron etapas conjuntas en el Barcelona, de Internet, de lo que podía encontrar en la propia Federació Catalana d’Escacs, etc…
Jaume Anguera Maestro
(Barcelona, 24/07/1940 – 27/04/2021)
(Foto: Archivo)
El 29 de Junio de 2019 en la cena de final de temporada en el Golf Pich&Putt; Can Mascaró, de La Palma de Cervelló, se celebró previamente el tradicional social de partidas rápidas y, además, se procedió a la entrega de premios a los que obtuvieron galardones durante todo el año, como también se hizo un pequeño homenaje a Jaume Anguera por los logros de todo su historial y en especial del subcampeonato de España de Veteranos de 2018. A esta fiesta también se sumaron un par de asistentes de honor, Jorge González y Joan-Ramon Menach, además de Karen Movsziszian, que venía de jugar un torneo en la provincia de Lleida, como también estos otros dos jugadores, y regresaban en el coche de nuestro común amigo armenio. Conociendo los tres que estaba por medio el homenaje a Jaume Anguera, quisieron sumarse al mismo. O sea, ninguno de ellos participó en las rápidas pero sí que tomaron parte en la cena. Y de nuevo, fue aquí, donde le pedí a Jaume que si tenía interés en que un artículo sobre su vida ajedrecística viera la luz, debía procurarme todo tipo de material, tanto fotografías, comentarios, partidas, etc., pero una vez más me dijo que no tenía nada. En la mesa donde nos habíamos instalado de forma aleatoria también estaba presente su esposa, Núria, que iba afirmando con la cabeza que mis pretensiones eran adecuadas y necesarias, aunque también temía que él no dispusiera de los archivos que yo le solicitaba.
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