Hace unas horas se jugó el segundo partido de la final de la Copa Libertadores entre Corinthians y Boca Juniors donde el equipo brasilero se impuso al argentino por 2-0 llevándose su primera Libertadores. Pero casi el anuncio de Riquelme de que ese había sido su último partido como jugador de Boca ha tenido más relevancia fuera de Brasil.
Riquelme, idolatrado por muchos y menospreciado por otros, es un jugador que no dejará indiferente a nadie por su manera particular de entender el fútbol y la vida.
A modo de homenaje al último jugador que ha sabido dar sentido a la palabra 'enganche' hemos querido hacer un repaso a su trayectoria como internacional con Argentina, quizás su historia de amor-odio que le pueda separar de una zona más privilegiada en la historia del fútbol.
Debutó con la selección absoluta de la mano de Daniel Passarella un 16 de noviembre de 1997 en el último partido de la clasificación CONMEBOL para la Copa del Mundo de 1998 como 'premio' por su buen hacer en el año anterio en las inferiores de la albiceleste con la que había ganado el Sudamericano sub20 de 1997 y el Mundial de esa misma categoría en Malasia unos meses después.
No acudió al Mundial de 1998, pero sí disputó el histórico Torneo de Promesas de Toulon donde es elegido el Mejor Jugador del Torneo y le abre las puertas del combinado absoulto a partir de 1999 pero del mismo modo, le lleva la primera gran decepción de su carrera al no ser incluido en la lista definitiva que Bielsa confeccionó para el Mundial de 2002.
Acude a la Copa Confederaciones de 2005 y queda subcampeón del torneo en Alemania, quien un año más tarde vería su debut en una fase final de una Copa del Mundo cuando Pekerman se lo lleva en 2006. A pesar de un buen inicio a nivel personal, su rendimiento va diluyéndose y algunos le señalaron tras el partido ante Alemania que costó la eliminación (a pesar de haber sido sustituido antes de la prórroga).
La llegada de Basile y su buena asociación con Leo Messi le permite brillar de nuevo con la Albiceleste en la Copa América de 2007, aunque en la final Brasil pasara por encima de una selección argentina que hasta ese partido, había ido regalando grandes exhibiciones y se había postulado como gran favorita al título final.
Fue convocado como uno de los jugadores por encima de los veintitrés años para defender a Argentina en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 donde por fin logra vivir una gran alegría con la selección siendo el capitán tanto de brazalete como sobre el campo del equipo que se llevó la medalla de Oro, con una revancha ante Brasil en semifinales donde, además, 'El Enganche' marca uno de los tantos de la victoria (el último como jugador internacional).
Con la llegada de Maradona al banquillo de la selección parece que su buena relación con Riquelme podría beneficiar al equipo y reverdecer esa sociedad con Messi para hacer de Argentina un equipo temible en el Mundial de 2010, pero durante la clasificatoria, distintas diferencias sobre conceptos y personales provocan que Román abandone la selección en 2009 convirtiéndose el partido ante Uruguay en octubre de 2008 en su último partido como internacional y, a pesar de los intentos posteriores de Sergio Batista y de Alejandro Sabella, no se volvió a vestir con los colores de Argentina hasta la fecha.
Una trayectoria la suya, en la que ha sumado cincuenta y un partidos internacionales marcando diecisiete goles, pero que siempre dejará un regusto de que jamás vimos al mejor Riquelme con Argentina