Las judías verdes son cosa bien sana. Se pueden tomar simplemente cocidas con un chorro de aceite de oliva y zumo de limón y resultan deliciosas. En esta ocasión las presento como más las suelo preparar, rehogadas con jamón serrano.
INGREDIENTES
-1/2 kg. de judías verdes
-cuatro patatas pequeñas o dos medianas
-una zanahoria
-unos taquitos de jamón serrano
-tres dientes de ajo medianos
-aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN
Con estas cantidades comemos los tres un primer plato bien bueno. Lo primero que tenemos que hacer es limpiar las judías verdes. Lo mejor es utilizar un pela patatas para quitar las dos hebras laterales que tienen que son muy duras.
Según las vayamos limpiando las ponemos en el escurre verduras. Luego las troceamos en dos o en tres según sean de grandes y las lavamos bien bajo el grifo. Pelamos las patatas y las cortamos en tres trozos. Pelamos la zanahoria y la cortamos en rodajitas que no sean muy gruesas. En la olla exprés ponemos como tres dedos de agua fría y echamos las judías, las patatas y la zanahoria.
Ponemos sal y cerramos la olla. cuando la pirindola empiece a dar vueltas bajamos el fuego al mínimo y contamos quince minutos. Al cabo de ese tiempo, apagamos el fuego y dejamos que salga el vapor por completo antes de abrir la olla. Cuando abramos la olla ponemos la verdura en el escurridor poniendo una cazuela debajo para recoger el caldo de cocción que nos servirá para preparar una rica sopa para la cena. Aquí están cocidas. Así solo ya tienen muy buen aspecto.
En una sartén amplia ponemos un chorrito de aceite, no mucho a calentar a fuego mediano. Cuando empiece a estar caliente ponemos los ajos picados pero no demasiado finos.
Cuando empiecen a dorarse ponemos los taquitos de jamón,
movemos un poco con la paleta de madera y enseguida vertemos las judías verdes.
Damos unas vueltas y las tenemos rehogando unos cuatro minutos. Servimos bien calientes.
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