Título original: Jumper
Director: Doug Liman
Guionistas: David S. Goyer
Jim Uhls
Simon Kinberg
Intérpretes: Hayden Christensen
Jamie Bell
Rachel Bilson
Diane Lane
Samuel L. Jackson
Michael Rooker
AnnaSophia Robb
Productores: Lucas Foster
Simon Kinberg
Arnon Milchan
Jay Sanders
Fotografía: Barry Peterson
Música: John Powell
Montaje: Sarre Klein
Dean Zimmerman
Don Zimmerman
Nacionalidad: Estados Unidos
Canadá
Año: 2.008
Duración: 88 minutos
Edad: 13 años
Género: Acción, Aventuras, Ciencia-Ficción, Suspense
Distribuidora: Hispano Fox Film, S. A.
Estreno: 15-02-2.008
Página WEB: Web Oficial de la película en España
Web Oficial de la distribuidora en España
Tráiler de la película en You Tube
Calificación:
Crítica: 5,723 Espectadores: 1.168.077
Vizcaya: 5,810 Recaudación: 6.702.806,54 €
España: 5,652 Puntos (Popularidad): 0
Rugoleor: 5,731 Índice de popularidad: 0
Sinopsis:
A pesar de su doloroso pasado, David ha crecido con el poder de teletransportarse a cualquier lugar del mundo con sólo imaginarlo. Ha visitado sitios increíbles, ha amasado una gran fortuna burlando la seguridad de los bancos y ha disfrutado de su libertad. Sin embargo, cuando conoce a Griffin, otro joven con la misma habilidad, descubre la verdad. David pertenece a los "saltadores", unos seres con anomalías genéticas que llevan siglos luchando contra la organización secreta que quiere matarles.
Crítica:
22.08.2008 – JOSU EGUREN
Mejor detener el tiempo
Cuando pienso la de veces que me he enfrascado en una de esas absurdas conversaciones tipo: «¿si pudieses elegir qué preferirías, teletransportarte o detener el tiempo?», y la energía que he invertido en defender lo absolutamente obvio de la primera opción, aparece esta película y me dan ganas de pegarme de cabezazos contra la pantalla.
Cómo alguien puede destrozar un planteamiento a priori tan jugoso en menos de hora y media es, además, otro de los misterios inexplicables que rodean al cine perpetrado últimamente y mérito innegable de su director, Doug Liman, que lo único decente que ha hecho ha sido iniciar la saga Bourne.
No pasaría ni un examen de primero de guión. La historia es terriblemente plana, incoherente, plagada de cabos sueltos y con una acción tan floja que ni lo espectacular de las localizaciones, ni el habitual tirón de los efectos especiales (que ni son efectos ni mucho menos especiales) consigue hacer mínimamente interesantes las peripecias del blandísimo Hayden Christensen. Por no hablar de Samuel L. Jackson (de 'look' indescriptible) y su cohorte de cazadores-paladines, que esgrimen para justificar lo grandioso de su tarea uno de los argumentos más forzados y estúpidos de la historia del cine: el privilegio divino de la ubicuidad. Alucinante. Del resto, nada que merezca la pena comentarse, uno puede imaginárselo perfectamente dentro del marco de despropósitos sin límite de esta película.
En resumen, la cinta no hay por dónde cogerla, por mucho que uno intente resarcirse, y no morir fulminado por una embolia cerebral, de todas esas fantasías insatisfechas que lleva acariciando desde su más tierna adolescencia de lector de cómics. Ni por esas.
Eso sí, debo reconocer que al final entran ganas de teletransportarse, pero donde sea y cuanto antes.