Cuando voy a la compra soy un peligro. Soy de esas que van con lista en una mano y boli en la otra para ir tachando (lo he intentado con aplicaciones del móvil, pero no es lo mismo), porque dicen los expertos en consumo que así evitamos comprar cosas que no nos hacen falta... Esos expertos no me conocen y si lo hicieran, estudiarían mi caso, porque yo, tenga hambre o no, tenga lista o no, planifique mis menús o no... da igual, el caso es que siempre pico con alguna cosita o por qué no decirlo, con más de una... De hecho, a veces me sorprendo a mí misma tras haber cogido varias cosas y al ir a tacharlas en la lista veo que ninguna de ellas está apuntada... ¡no tengo arreglo!.Y es que para mí los supermercados son como museos, me puedo tirar horas y horas viendo todo lo que hay e imaginando qué podría cocinar con cada cosa... Los mercados molan más pero no me vician tanto por eso de no poder servirte tú mismo, parece que te cortas más, pero los super, ay los super!Y eso es lo que me pasó el otro día en Hipercor con las kokotxas protagonistas de esta receta. Fue amor a primera vista. Nunca las había cocinado antes y estuve buscando recetas en libros, revistas y en la web. Ya tenía yo una idea clara sobre cómo cocinarlas cuando de repente me encontré un vídeo del programa de la ETB Robin Food en el que colabora el que es para mí EL CHEF por excelencia, Martín Berasategui, era una receta tan sencilla y la contaba con tanta pasión que me decidí a probarla y la verdad es que fue todo un acierto. Podéis pensar que es un plato caro y no os voy a engañar, las kokotxas no son baratas (a pesar de ser de bacalao, las de merluza son prohibitivas), pero como la receta no lleva ningún otro ingrediente especial, no se salen de precio y es una receta sencilla que combina un ingrediente menos típico con el sabor casero de la salsa de tomate. Sin duda un plato que hará llorar a los vuestros, pero de emoción, claro.
KOKOTXAS DE BACALAO EN SALSA DE TOMATE
Para 2 personas: 300 grs de kokotxas de bacalao desaladas (mejor si son frescas); 1 bote de tomate natural triturado de 500 grs; 1 cebolleta; 1 diente de ajo; 1 chorro de vino blanco de Rueda o cualquier otro de buena calidad (seco, eso sí); sal; 1 cayena; Unas hojas de albahaca fresca; Aceite de oliva virgen extra; 1 cucharadita de azúcar; Perejil fresco y germinados de alfalfa para decorar.
En primer lugar, limpiamos bien las cocochas quitándoles restos de pielecitas (pero sin quitarles la piel del todo), si son muy grandes las cortamos en cuatro trozos y si son grandes o medianas las cortamos por la mitad. Salamos con cuidado de no pasarnos y reservamos.Freímos ahora el tomate. Ponemos aceite en una sartén o cacerola y cuando esté caliente añadimos el tomate, tapamos y pasados unos tres o cuatro minutos añadimos una cucharada de sal y una de azúcar. Tapamos y dejamos freír a fuego bajo unos 15 minutos, hasta que la salsa haya reducido. Cuando le falten unos cinco minutos añadiremos las hojas de albahaca lavadas y enteras, con el tallo y todo y dejamos que el tomate termine de freírse. Una vez listo, retiramos la albahaca y reservamos.
Preparamos el sofrito, para ello, pelamos la cebolleta y la trituramos en el mixer de la batidora para que nos quede finita y luego sea imperceptible en la salsa de tomate. La ponemos a pochar en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva virgen. A mitad de cocción añadimos el diente de ajo cortado en trocitos y la cayena (si nos gusta más picante añadir dos o tres) y dejamos que se poche todo bien. Una vez listo, añadimos el vino, subimos el fuego y dejamos evaporar. Retiramos la/s cayena/s para no encontrarnos sopresitas y añadimos el tomate. Removemos bien y añadimos las kokotxas. Le damos un par de vueltas y dejamos cocinar unos 8 minutos meneando la cacerola de cuando en cuando (como en el pil pil) para que el pescado suelte la gelatina y se ligue bien con la salsa de tomate. Servimos espolvoreando con perejil picado y unos germinados de alfalfa.
No os olvidéis de comprar pan, ¡lo necesitaréis!¡Felices Fiestas!