Bueno, qué decir del L.A. Noire que no hayan dicho los expertos. Pues que, como no experta, a mí me ha enganchado, y eso debería valer para un mundillo que no todo el mundo comparte. ¿Pasarse horas con la consola encendida? ¿Por qué no? Yo siempre fui más de historias que de partidos y coches, por eso me quedé atrapada con la última de Rockstar, una aventura interactiva ambientada en los años 40 en la que un detective tiene que resolver una serie de casos en Los Ángeles. Muy negra y muy policiaca, con un reparto realmente bueno. Porque este videojuego ha contado con personas reales para dar el mayor realismo a las expresiones faciales de sus personajes (algo fundamental para saber si en los interrogatorios el sospechoso nos mienten), entre los que podemos encontrar a Aaron Staton, ese cuentas rubiales de Mad Men.En fin, una experiencia muy chula, tanto para jugar como para ver cómo juegan otros (algo con lo que también se puede disfrutar mucho).
