Cobertura de Espectadores.
“Mis hijos se independizaron; mi marido me dejó; mi madre murió; nunca fui tan libre”. Algo así dice la protagonista de L’ avenir mientras viaja en auto hacia la casa que un grupo de jóvenes intelectuales compró en la campiña francesa con la intención de desarrollar sus proyectos editoriales y, si fuera posible, una vida en comunidad inmune a los vicios capitalistas. El contraste entre la libertad individual que vislumbra esta profesora de filosofía cincuentona y la liberación colectiva a la que aspiran sus anfitriones constituye uno de los ejes principales de la nueva película de Mia Hansen-Løve, que pasó por el 18º BAFICI días después de haberse estrenado en las salas comerciales de Francia.
Isabelle Huppert encarna a esta docente vocacional que encuentra en su amor por la filosofía, por los libros, por los alumnos prometedores la fuerza necesaria para enfrentar con admirable serenidad la separación, el síndrome del nido vacío, el deceso de su progenitora. Como hizo Hong SangSoo cuando filmó En otro país, Hansen-Løve rescata a la actriz francesa del encasillamiento que padeció tras una seguidilla de papeles hieráticos y/o extremos.
L’ avenir se proyectó fuera de competencia en el 18º BAFICI.
La reivindicación de Huppert habrá sido uno de los motivos por los cuales el jurado del 66º Festival de Cine de Berlín distinguió con un Oso de Plata a la realizadora de tan sólo 35 años. Entre las demás razones que algunos espectadores imaginamos, figura otra reivindicación igual de notable: aquélla de la filosofía, a partir del retrato de una mujer madura, y del fresco de una época embobada con disciplinas menores y signada por la crisis de la izquierda (europea en este caso).
La historia de Nathalie Chazeau transcurre en la Francia gobernada por Nicolas Sarkozy. El reproche de aburguesamiento en boca del ex alumno favorito suena a tiro por elevación contra el progresismo galo que prometió detener el avance neoliberal pero terminó consintiéndolo a través del mandato de François Hollande.
El futuro (l’avenir) anunciado en el título del largometraje excede a la protagonista. Lo reconocemos en la editorial de textos académicos que les confía la renovación de sus colecciones a especialistas en marketing. También en la condición paga -y cara- del geriátrico donde Nathalie interna a su madre enferma.