Si bien la grasa de pescado es buena para prevenir y aliviar la artritis, las otras no lo son.
No avive el fuego de la artritis consumiendo demasiada grasa de origen vegetal. Estas grasas tienden a anular la actividad antiartrítica del pescado.
Eso quiere decir que si come un buen trozo de pescado junto con una ensalada aderezada con aceite de maíz, o sardinas con la típica mayonesa, o pescado frito en aceite de cártamo, o carne con el pescado, contrariará sus buenas intenciones y no le hará ningún bien a sus articulaciones.
Las peores enemigas son las grasas poliinsaturadas ricas en ácidos grasos omega 6, presentes en abundancia en los aceites de maíz, cártamo y girasol, y en la carne de los animales alimentados con esas grasas. Muchos especialistas comienzan a preocuparse cada vez más por el efecto de esas grasas. Recomiendo leer el articulo (evite la artritis comiendo pescado)
El problema: el exceso de ácidos grasos omega 6 en comparación con los omega 3 domina la actividad bioquímica de la célula, estimulando la producción de sustancias que causan la inflamación y otras consecuencias nocivas.
Esto no sucede a causa de alguna “alergia” individual a esos aceites. El efecto es universal y representa un peligro potencial para todo el mundo.