Dos investigaciones gallegas aportan nuevos avances en la batalla contra la especie. Los científicos cuestionan el trampeo masivo en la lucha contra la velutina
CEDIDAMaRÍA SANTALLA REDACCIÓN / LA VOZ24/09/2018 19:15 HFrancia se enfrenta desde hace catorce años a la invasión de la avispa velutina y todavía no ha conseguido hallar un método eficaz para controlar su expansión. En Galicia, el insecto invasor se expande desde hace seis años sin que nada pueda frenarlo. Hay investigaciones prometedoras a uno y otro lado de los Pirineos, pero la velutina avanza a más velocidad que los tiempos de la ciencia, así que los apicultores, impotentes ante el ataque de la avispa asiática a sus colmenas, se han lanzado a idear y probar remedios caseros para frenar su avance y proteger sus colmenas. Hasta ahora, la fórmula más utilizada es el trampeo, que se realiza sobre todo en primavera para capturar las reinas que comienzan a formar sus nidos. Un sistema que en Galicia ha sido apadrinado por la Administración. La Xunta ha elaborado un protocolo de captura de reinas en primavera, divulga en su web consejos para la confección de trampas artesanales y distribuyó en primavera trampas y cebos entre los apicultores.Tanto la Administración como los propios apicultores y, por supuesto, los científicos, saben desde el primer momento que el trampeo no es el método ideal, y solo han confiado en él como un mal menor. Las trampas matan reinas de velutina que ya no llegarán a formar nidos, pero matan también otros insectos. Conscientes de ello, los propios apicultores aglutinados en torno a la Asociación Galega de Apicultura (AGA) se implicaron en un proyecto para tratar de dar con un atrayente específico, que sirviese para capturar velutina pero que no causase daño a otras especies. La investigadora Sandra Rojas lideró este proyecto en la Universidade de Vigo, y se hicieron combinaciones de tres trampas diferentes con tres atrayentes distintos. Pero los resultados no fueron todo lo buenos que se esperaba. Se determinaron algunas combinaciones menos nocivas que otras, pero ninguna era la panacea. Las investigaciones continúan, pero, mientras, las reticencias de los científicos con respecto al trampeo van a más. Y el daño colateral a otros insectos ya no es la única preocupación. El Museo Nacional de Historia Natural de Francia ha recomendado evitar la captura de reinas fundadoras en primavera. El argumento es que esta época del año es la menos efectiva para hacerlo, puesto que es precisamente en esos meses cuando se produce la competencia entre hembras fundadoras y cuando hay una mayor mortalidad natural en la especie.Los científicos gallegos recelan también del trampeo masivo. Xesús Feás, investigador de la Universidade de Santiago que participa en un estudio auspiciado por la Diputación de A Coruña, incide en que «el trampeo masivo no es efectivo y tiene terribles efectos en otros insectos». Cree que, de hacerse, «tiene que ser muy selectivo» y en primavera «debería hacerse cerca de cursos de agua». También pone el acento en que «no se puede ir a los colegios a enseñarles a los niños a hacer trampas. A los niños hay que enseñarles a respetar los insectos y, en todo caso, hay que enseñarles a reconocer los nidos y cómo actuar».