Revista Cine

La chica del tren

Publicado el 23 octubre 2016 por Spiderman @cineylibertad

la-chica-del-tren_99313Hacía tiempo que un thriller  no generaba tanta expectación a priori como La chica del tren. En una época en las que las producciones de este género se suceden sin solución de continuidad y con más pena que gloria,  el cineasta Tate Taylor, recordado por la buena película Criadas y señoras, adapta la novela negra de homónimo título de Paula Hawkins, que ha vendido 11 millones de ejemplares en todo el mundo. Este largometraje está influenciado por los textos de Patricia Highsmith y, claramente, marcado por la intriga tan característica de falso culpable de Alfred Hitchcock  y su célebre La ventana indiscreta, aunque, en este caso, el  protagonista no es James Stewart,  sino  la actriz Emily Blunt. A esta mujer le acompañan intérpretes más o menos consolidados como Justin Theroux, Luke Evans, Édgar Ramírez, Rebecca Ferguson y Haley Bennett  que son los nombres que más suenan.

El argumento gira en torno a Rachel, una mujer que ha pasado por un traumático divorcio, cayendo en la garras del alcohol. Al viajar todos los días en tren  fantasea mientras observa a una pareja aparentemente feliz que vive en frente de una de las paradas. No obstante,  no es oro, todo lo que reluce, pues desde la ventana del citado medio de transporte es testigo de un crimen.

La película presenta una cadencia a modo de sierra con altibajos, unos más interesantes y otros que transcurren a cámara lenta, lo que queda claro es que no llega al nivel de su mejor trabajo, tal vez lastrado por una historia muy oscura que, en algunos aspectos, recuerda a Perdida, por el morbo y la maldad de algunos personajes. Está todo muy retorcido. La cinta no alcanza ni por asomo al Maestro del suspense. El final es demasiado enrevesado, gore adolescente e inverosímil, cargándose el relativamente conseguido esfuerzo por intrigar.

La película se encarga demostrar los estragos que el alcohol puede llegar hacer en las personas y la importancia de conocer todos los puntos de vista. La astucia y  la veteranía de la policía es un grado para poder cumplir con el deber de sacar la verdad a la luz para que los jueces puedan hacer justicia. El delincuente de esta cinta es un ejemplo de lo que  hay que hacer para hacer infelices a los que te rodean por su falta de virtud y su capacidad de manipulación de la realidad para salirse con la suya (publicado en Pantalla 90).


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