Revista Opinión

La corrupción empieza en los partidos

Publicado el 06 diciembre 2014 por Jamedina @medinaloera

Partidos políticos. De página Partidos Políticos en Facebook.

Lo dije y lo reitero: la clase política de hoy le ha fallado terriblemente al pueblo de México. La corrupción es causa principal de la crisis institucional que vive el país, y esa corrupción nace precisamente en los partidos políticos, llámense PRI, PAN, PRD, Movimiento Ciudadano o lo que sea.

Los gobiernos priístas, que llegaron al poder en 2012 como consecuencia de las corruptelas del PAN, no por otra cosa, jamás entendieron su oportunidad histórica, la desperdiciaron lamentablemente y siguen los pasos de sus antecesores no sólo en términos de ineptitud, sino de corrupción.

Todo empezó cuando estos partidos resolvieron, hace una veintena de años, desligarse de sus respectivas ideologías, programas y convicciones políticas, para solidarizarse, aliarse, confabularse entre ellos, en abierta complicidad con las élites del poder y del dinero, sin discriminar origen.

Es así como en Jalisco, para no ir más lejos, llevamos tres legislaturas que no sólo no han tomado ninguna iniciativa contra la corrupción, sino que la han propiciado en abierta complicidad, atentos los diputados a las directrices de sus respectivos partidos, pero nunca al sentir de sus representados en los distritos electorales, que son a los que legalmente se deben.

Pero el problema es nacional, de allá vienen las órdenes, las directrices a los gobernadores y a los demás políticos. Lamentablemente, no hay quien en el Gobierno Federal fije conductas claras de transparencia, rectitud, competencia, sensibilidad y manejo adecuado en los asuntos públicos.

Respecto a los partidos, donde debiera empezar una verdadera reforma nacional, se aprueban por el Congreso federal gastos escandalosos a costillas de un pueblo empobrecido. Alguien dijo con justa razón: “¿Por qué endeudar al país, para que los mexicanos de hoy, sus hijos y sus nietos paguen la deuda externa de México? Ese dinero podría aportarlo México con recursos propios eliminando el subsidio a los partidos políticos que suma más de 3,800 millones de pesos. ¿Por qué los mexicanos deben mantener a los partidos políticos?, ¿por qué no se mantienen ellos mismos de sus propias cuotas y de donantes simpatizantes del ideario político de cada partido?”

Éstas son algunas interrogantes que nos hacemos hoy, pero hay más: ¿Para qué sirvieron tantos esfuerzos y sacrificios económicos en la construcción de una democracia que finalmente no aporta ningún resultado positivo a la Nación?, ¿creen los políticos que más de cien mil muertos y veintitantos mil desaparecidos, el crecimiento de la pobreza, la injusticia y la destrucción de nuestros recursos naturales son muestra de buena convivencia, bienestar nacional y futuro promisorio?, ¿de veras se sienten orgullosos de la herencia que estamos dejando a nuestros jóvenes y niños?

La República, al estilo del Benemérito Juárez, no sólo debe ser tema de discurso, sino ante todo práctica cotidiana. La República, la democracia, hay que sentirla, vivirla incluso en familia, no pregonarla en las palabras y traicionarla en los hechos, como actualmente ocurre.

Artículo publicado por la revista Portada de México en su edición de noviembre de 2014.


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