Revista Educación

La educación es una introspección y una conversación.

Por Jorge Prioretti @priotty

La capacidad de reflexión de la persona, estar "en sí" brinda una interioridad y el hecho de ser la persona un "yo" que se percibe como fuente de sus actividades, responsable de sus opciones libres, y como sujeto, centro consciente de atribución de todas las realidades que constituyen su ser.

Esto nos da una "subjetividad" que hace que yo pueda sentir mis vivencias como el otro; que yo pueda ver el mundo desde mi punto de vista y tú desde el tuyo.

Nos referimos a la interioridad cuando somos capaces de pensar y obrar conscientemente y de decidir de forma libre:

  1. Autoconciencia, o autopresencia: es característico de una persona ya que no solamente sabe (conoce), sino que "sabe que sabe", se da cuenta de que obra y que obra porque decide hacerlo. Más aún, se da cuenta de sí mismo y atribuye a su yo todas sus actividades.
  2. Autodeterminación: capacidad que tiene la persona de realizarse (perseguir la felicidad) saliendo por sí mismo de la indeterminación en que ordinariamente lo llevan los motivos que tiene para obrar: eso que llamamos libertad.

Pero al ser persona se convierte en algo más que un individuo, en un ser irreductible a las cualidades particulares que posee. Cada uno de nosotros realiza la especie "persona" de un modo irrepetible e irremplazable. Cada persona es igual a sí mismo, soy único en ser yo y sólo una vez.

El hecho de la libertad es otro elemento, además de la interioridad, fundamenta la unicidad de la persona. Esto es debido que ser convierte en ser dueño de su propia existencia y de poder moldearla, configurándose y diferenciándose de los demás. "Yo soy yo y mis circunstancias", escribía Ortega y Gasset en 1914[1].

Esta interioridad fundamenta la unicidad de la persona. Yo, o mi YO, no "es un ser fotocopiado" o escaneado de una especie determinada, sino que cada uno tiene una manera única de ser persona.

La introspección es realmente la puerta al progreso y transformación personal, es central en términos de nuestro desarrollo personal. Sin la capacidad de asimilar lo que aprendemos y de reflexionar profundamente sobre lo que soy, lo que siento, lo que he aprendido - sobre todo de mí - no podemos avanzar de manera efectiva. Podemos pensar y hablar de progreso y de desarrollo personal, pero es la facultad de la introspección, del autoobservarnos en silencio, de discernir qué es lo bueno para mí, la que nos proporciona las herramientas para transformar cualquier situación que afrontemos y avanzar en nuestro camino de la vida. La introspección es la base de nuestra estabilidad personal, especialmente frente a las adversidades y también es la posibilidad de hacer cambios y explorar formas más profundas de mi ser.[2] Para incrementar esta consciencia interna cada día, es importante hacer paradas en nuestro camino y llevar la atención hacia nuestro ser. (ver Inclusión de los procesos psicológicos y la educación: Mindfulness)

El desarrollo de nuestro pensamiento reflexivo, conocernos para fomentar una actitud de emprendimiento partiendo de lo aprendimos y de nuestras cualidades depende del hábito de la introspección. Para ello:

  1. Aprender a ser: los estudiantes ha de aprender a ser desde lo social y lo individual. Como persona única percibir su interioridad como un "yo", fuente de sus actividades y responsable de sus opciones libres.
    Nos referimos a la interioridad en cuando somos capaces de pensar y obrar conscientemente y de decidir de forma libre:autoconciencia y autodeterminación.
    El educando como persona se convierte en algo más que un individuo, cada persona es igual a sí mismo.
  2. Aprender a aprender: significa que los estudiantes se comprometan a construir su conocimiento a partir de sus aprendizajes y experiencias vitales anteriores con el fin reutilizar y aplicar el conocimiento y las habilidades en una variedad de contextos vitales. La competencia de aprender a aprender, como todas las demás, por otra parte, implica desarrollar aspectos tanto cognitivos como emocionales.
  3. Educar con Pensamiento Situacional: La inteligencia situacional es educar a la inteligencia para discernir las situaciones de vida cotidiana. El Pensamiento Situacional es una representación mental y comprensión de eventos vividos, gentes, interacciones, condiciones ambientales y cualquier otro tipo de factores de una situación específica que puedan afectar al desarrollo de mis actividades humanas, mi comportamiento, mis decisiones y mi propia personalidad. La persona educada en este tipo de pensamiento, "sabe o prevé lo que ocurre para poder discernir lo que debe hacer".
  4. Educar para un sentido existencial. Lo más importante en la educación, su objetivo final es quizás esta: "La persona dotado de libertad y con ella, cada uno, tiene que ir creando un "estilo de vida" original, único, tiene que "optar por una forma determinada de conducta en función de lo que pretenda realizar con su vida". Aquello que le dé "Sentido a su vida".

Una conversación es un diálogo, entre dos o más personas que intervienen alternativamente expresando sus ideas y/o afectos. Se establece una comunicación a través del lenguaje verbal (en la conversación, en una sala de chat, entre otras) y lenguaje no verbal (gestos, muecas, etc.)

Ser personas nos hace seres dialogales. El hecho del diálogo en todos los niveles y para los emprendimientos más diversos y el fenómeno de la socialización, han llevado a la conclusión de que la dimensión social es esencial, constitutiva de la persona. La socialización es la multiplicación de las relaciones de convivencia.

El " ser-en-el-mundo-con-otros " es un hecho relevante en nuestras vidas. Nuestra vida surge de la comunión del amor de dos personas. Si no fuera por esta comunión no seríamos. El ser humano después de nacer es el viviente, quizás, más desprotegido y dependiente del cuidado del otro.

Esta perspectiva, de personalismo dialogal considera la persona como alguien ante el otro (Tú) pero como algo que esté enfrente, separado por un espacio, sino unido dialogalmente, com-partiendo (entre los dos somos parte de un todo), soy con-tigo (tú) formando una com-unión (Unión con y entres). Esta idea difiere por exceso del Comunismo y por defecto del individualismo.

Pero, además, la tecnología nos brinda la posibilidad de una conectividad más o menos continua y, por tanto, la interacción con otras personas a un clic de distancia. Esto implica que incrementa y nos da otro modo de relacionarnos. La conversación con el otro, con la tecnología, trasciende el espacio físico, del prójimo, del próximo del que me puedo relacionar dentro de márgenes espaciales.

De la misma manera de que se habla de un aprendizaje ubicuo también, hablo de una "Comunicación ubicua" que nos plantea, entonces, una nueva manera de relacionarnos, de conversar y una nueva dimensión de lo ubicuo que trasciende el espacio físico para pasar a lo virtual.

Nuestras nociones de "lugar", y de lo que hace importante a un lugar, tendrán que ser repensadas. El lugar ya no es sólo la ubicación física, sino que se trata del lugar como un centro o base de comunicación: vídeos, redes sociales, etc.

Dijimos que la conversación es un diálogo. Con la tecnología este diálogo, también, puede ser oral o escrito y nos posibilita expresar nuestras ideas y/o afectos.

La educación es una introspección y una conversación.

[1] ORTEGA Y GASSET J., "Meditaciones del Quijote", Madrid, 1975, p. 30.

[2] La Introspección, una mirada respetuosa hacia nosotros mismos


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