Por Marina La Forgia
La Gran Degustación de Montreal es de esos eventos donde el vino trasciende todas las fronteras. Durante tres días, cientos de productores presentan sus miles de vinos, todos al mismo tiempo, todos con la misma pasión y entrega. Y allí vamos, nosotros consumidores, ávidos por descubrir nuevas etiquetas, enamorados de las virtudes de esta noble bebida, paseándonos de stand en stand, copa en mano, felices por tanto ofrecimiento.La entrega no es gratuita, por supuesto. Debemos dotarnos de una cuponera generosa para poder afrontar el valor de cada degustación. Tampoco es un costo extraordinario. La ecuación es perfecta si lo que queremos es conocer nuevas propuestas de mercado. La diversidad propuesta es admirable.Cada año, un país y una variedad de vinos son los protagonistas. En el 2015, la España ha sido el país estrella con la uva Garnacha a la cabeza y los espumantes del mundo, a excepción del Champagne, fueron los productos en competición de los cuales se eligieron las siguientes burbujas como las mejores:
Los ganadores del concurso de espumantes
- Segura Viudas, Reserva Brut como el mejor Cava.- Cantine Riondo Millesimato, como el mejor Prosecco.- Vitteaul-Alberti, Brut Blanc de Blancs, mejor Crémant (Bourgogne)- Ca’del Bosco, método tradicional, como el mejor espumante sin denominación específica.Estos cuatro espumantes seducen por su paladar seco, sus burbujas delicadas, su carácter pleno de fineza y elegancia. Cuatro productos que se deben descubrir, ya que su relación precio-calidad es mucho más ventajosa que la que existe con el prestigioso champagne. ¡A la hora de brindar son magníficas opciones!La España, rica en gastronomía y placeres, nos dice una vez más Ole!Uva garnacha, de tinte fuerte y gran personalidad
Pasearse por el área española de la feria fue un recorrido enriquecedor. Las bodegas españolas desbordan de energía, de entusiasmo y de orgullo. De las 12 regiones vinícolas identificadas en el país ibérico, Rioja y Ribera del Duero son las más famosas, con sus vinos en base a uva Tempranillo. Otra región altamente representada, y una de mis favoritas, fue Priorat. Bodegas como Alta Alella, Juve y Camps, Pere Ventura, entre otras, tienen vinos deliciosos.También estuvieron presentes los vinos de bodegas clásicas como Lurton, Navarro Lopez, Jorge Ordoñez, Casa de la Ermita. En todos me he detenido a degustar al menos uno de sus vinos en exposición. Argentina y Chile, un viaje de sentidos a mi Sudamérica queridaVer los stands de bodegas argentinas en mi tierra de adopción es siempre una alegría. Y los vinos presentados en la gran degustación son todos para mí de calidad excepcional. Una buena muestra de lo que el país es capaz de producir: el malbec y el espumante de Bodega Bianchi, los varietales de Catena, el Alma Negra y los vinos de Dona Paula, merecen todos mis más profundos respetos. ¡Salud y larga vida al vino argentino que debería ganar aún más territorio en estas tierras! Por su parte, Chile crece y crece en este mercado. Y yo me deleito con sus vinos generosos, corpulentos y temperamentales. Me he paseado por el stand de Errazuriz, donde tuve ocasión de degustar por primera vez su magnífico Don Maximiniano, además de su línea de vinos regulares siempre bien logrados. También he probado los nuevos vinos de Santa Rita y de Viña Ventisquero, los cuales considero muy frescos y elegantes.La gran degustación es una ventana al mundo sin fronteras. Todos los países vinícolas estaban representados, y hasta los menos tradicionales como Argelia, Grecia o Canada. Y de este último, vale destacar el blend tinto Osoyoos Larose, de la Columbia Británica, que sigue enamorándome…El público quebequense ha renovado una vez más su fidelidad a esta fiesta anual de los sentidos. La gran degustación de Montreal es un evento vinícola de gran envergadura que crece y crece cada año. La SAQ, monopolio de estado que regula la industria en la provincia, y la AQAVBS, asociación que reagrupa las agencias representantes locales son las entidades responsables de este salón que gusta, promete, y cumple. Esta feria es uno de esos placeres que me regala la vida en Montreal. ¡Esperaré ansiosa la próxima edición!