Me gusta el futbol,tengo que reconocerlo. También reconozco que el fútbol es movilizacion. Consigue movilizar a tantas personas como ningun otro movimiento,injusticia o denuncia social.
Al gobierno tambien le gusta el futbol. Aunque eso del fin social del fútbol es más que discutible. Reconozco que las personas tenemos necesidad de distraernos, de disfrutar de las cosas que nos gustan y que entre ellas, esta el futbol. Un deporte, mucho menos salvaje que aquellos “espectáculos” que utilizan animales como divertimento.
El fútbol al servicio de la sociedad y no para adoctrinar y aborregar a las personas. Ojalá cunda el ejemplo y cada evento UEFA, FIFA o LFP sea el altavoz para lo que casi nunca se quiere oír, esas situaciones en el que este deporte perjudica a cientos de personas, y que los organizadores se afanan en tapar tras los cartelones de las empresas multinacionales.
El futbol es un bien publico, mientras tanto la sanidad y la educacion estan pasando a ser bienes privados.
Amparados en ese supuesto bien social que se le supone al fútbol, los gestores de equipos y federaciones han creído que estaban por encima de la ley, han considerado que ellos no están obligados a pagar impuestos o que podían buscar fórmulas para evadirlos, se han beneficiado de ayudas públicas, han aprovechado sus cargos para hacer negocios particulares, han utilizado esos clubs como plataforma de blanqueo de dinero.Las administraciones han colaborado en ello. Ayuntamientos endeudados han pagado deudas para salvar a su equipo de fútbol o para construir un estadio, administraciones como la Hacienda o la Seguridad Social han hecho la vista gorda durante muchos años a millonarias deudas , obligaciones de pago en concepto de impuestos, recalificaciones de terrenos o planes urbanísticos.
El futbol es espectaculo,pero revisando las cuentas, es algo mas que es o, porque lo equipos españoles deben a la Agencia Tributaria mas de 673 millones de euros. Una cifra a la que hay que añadir la deuda acumulada de los equipos de Primera División al conjunto de acreedores que supera los 3.500 millones de euros.
¿Pasa esto en Europa?
No. Por este motivo la Comisión Europea ha abierto una investigación formal sobre siete clubes de fútbol españoles por haber recibido presuntamente ayudas públicas ilegales.
La situación adoptada en España con los clubes es excepcional y en el resto de países de nuestro entorno no se permiten acuerdos con la Agencia Tributaria. Es el caso del histórico Glasgow Rangers de escocia. El equipo se encuentra en concurso de acreedores por deber 93 millones de euros en impuestos. A esto hay que añadir las quejas que han llegado de otros equipos como el del Bayern de Munich que lamenta la impunidad que existe en el fútbol español. Desde la UEFA se están introduciendo además nuevas reglas financieras para no permitir que los clubes tengan unan unas pérdidas de más de 45 millones de euros a lo largo de tres temporadas, aunque esas normas no se aplicarían a los retrasos ya existentes en el pago de impuestos.
Pidamos al gobierno que exija el pago inmediato de los equipos de futbol.
Gran parte de la ciudadania esta callada. Cualquier cosa con tal de que nuestro gane,suba a primera división, mantenga la categoría o fiche al futbolista revelación. Esta es una situación que entre todos y todas debemos cambiar. Los ciudadanos venimos sufriendo en los últimos dos años recortes en sanidad y educación unido a subidas de impuestos y de servicios básicos. Sin embargo las cifras astronómicas de los clubes de fútbol son asimiladas con normalidad. El gobierno apela al esfuerzo y repite una y otra vez que debemos aprentarnos el cinturón , pero el gobierno no ejemplariza con un control fiscal a los equipos de fútbol de una industria multimillonaria en España.
El gobierno tímidamente insta a los clubes a pagar su deuda , mientras desahucia y recorta en educación y sanidad sin contemplaciones.
El Congreso de los Diputados aprobó a finales de marzo una nueva instancia para que se siga persiguiendo a los clubes “morosos”, y que se regulen ajustes presupuestarios de estas entidades “en el plazo más breve posible”. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) puesto sobre la mesa un proyecto para de desarrollar un “plan” para que los equipos de fútbol que no liquiden su deuda con Hacienda en tres años no puedan seguir compitiendo. Pero un texto que “inste a perseguir” no es suficiente. Ni un calendario de pagos a tres años vista (mínimo) para estas sociedades. Debemos exigir que los clubes de fútbol salden sus cuentas con las arcas públicas del Estado de inmediato.
El fútbol es un negocio muy rentable pero lo es a costa de los derechos de las personas. Despues de estos datos, parece que hasta ahora, Hacienda no somos todos.