(Néstor Tazueco, 15/01/2012)
“Pollo, conejo y costillas; pimiento rojo, alcachofa y judías verdes… y, como estamos en Polonia, col”, cantaba como si se tratara de la alineación de un equipo de fútbol el experto paellero valenciano Fernando Batalla. La simple mención de los ingredientes iba haciendo la boca agua a los más de 200 asistentes ayer sábado de la “Gran Paella” en la cafetería cultural Sin Fronteras en la Biblioteca Universitaria de Varsovia (calle Dobra 56/66).
En un acto promovido por el nuevo local, situado en el emblematico edificio de la capital polaca, y apoyado por PolskaViva, Conrado Moreno y el dueño, José Gómez, hicieron las veces de presentadores. Una fiesta que sirve para inaugurar una “kawiarnia” que nace con un marcado espiritu cultural. “Nuestra intención es promover y apoyar las iniciativas culturales que buscan un lugar donde darse a conocer en Varsovia. Queremos apoyar a los jóvenes inquietos que abundan en la ciudad”, explica la dueña Milanka Cirlic.
Sin duda, la “Gran Paella” de este sábado ha servido de lanzamiento a un año lleno de actividad y ha impresionado a todos los asistentes. “Queremos que los polacos vean cómo se hace una paella y que a la vez entiendan el acto social que significa en España”, puntualizaba Fernando Batalla antes de empezar con el taller en vivo. “Primero se fríe la carne. Una vez en su punto se añade el pimiento rojo y la alcachofa. Todo regado de aceite de oliva español, no italiano”, bromeaba mientras el popular Conrado Moreno traducía sus explicaciones.
Así, entre fogones, preguntas, curiosidad y apetito transcurrió la velada amenizada por el grupo de flamenco Aire Andaluz hasta el momento de la verdad: la cata. Y por los comentarios de los asistentes la nota fue muy alta: “Está muy buena. Es increible que haya salido tan bien en una paellera de este tamaño. Es la más grande que he visto nunca”, confirmaba Dagmara Lasocka. “He repetido porque me gusta mucho”, ratificaba un satisfecho comensal.
La “Gran Paella” terminó como en el anuncio de Fairy, llena de grasa pero sin un solo grano de arroz. Sin embargo, para los que no pudieron asistir, que no se preocupen, porque habrá más ocasiones para degustarla. “Estamos definiendo el formato, pero repetiremos la experiencia porque ha sido un éxito y porque no queremos que la paellera se llene de polvo”, bromeaba al cierre José Moreno.