– Marina Muñoz Cervera –
Cuanto más alta es la tensión arterial más esfuerzo tiene que hacer el corazón para bombear la sangre.
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, al ser bombeada por el corazón.
Todos sabemos que al tomarnos la tensión, nos dan dos medidas:
– Tensión sistólica: es la consecuencia de la contracción del corazón.
– Tensión diastólica: corresponde a la relajación del corazón.
¿Cuál es la tensión arterial normal?
Según la OMS, la tensión sistólica normal en adultos es de 120 mmHg (milímetros de mercurio) y la diastólica de 80 mmHg.
Cuando la tensión sistólica está por encima de 140 mmHg y/o la tensión diastólica supera los 90 mmHg, se habla de hipertensión arterial.
¿Qué factores predisponen a padecer hipertensión arterial?
Muchos comportamientos y patologías pueden ayudar a este padecimiento, pero los más importantes son los siguientes:
– Alimentos con alto contenido en grasas poco saludables y sal.
– Alimentación malsana.
– Sedentarismo y falta de ejercicio.
– El estrés mal controlado.
– Sobrepeso mantenido.
– Obesidad mantenida.
– Consumo excesivo de alcohol.
– Consumo excesivo de tabaco.
– Diabetes.
– Hipercolesterolemia.
¿Cuáles son los síntomas?
La idea de que una enfermedad como la hipertensión arterial tiene que dar síntomas para que sepamos que la padecemos, es a menudo errónea, muchas veces no da ningún síntoma y lo descubrimos, bien como un hallazgo casual o porque alguna de sus complicaciones se hace manifiesta.
De lo anterior se deduce que la toma de presión arterial es necesaria, al menos de cuando en cuando, como una medida de prevención y diagnóstico.
Cuando presenta síntomas, los más frecuentes son:
– Dolor de cabeza.
– Dificultad para respirar.
– Mareos.
– Dolor en el tórax.
– Palpitaciones.
– Sangrado nasal.
¿Cuales son las complicaciones?
No hacer caso a una tensión arterial elevada por encima de los valores nornales es un grave riesgo que puede desembocar en infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal, en ocasiones, mortales.
La tensión alta es un peligro para el corazón y las arterias que riegan órganos como el cerebro y los riñones, pudiendo ocasionar a la larga, una insuficiencia cardiaca, además de deficiencia renal, ceguera y deterioro cognitivo.
¿Cómo se diagnostica?
La medida de la tensión arterial se lleva a cabo con unos aparatos, por todos conocidos, que se llaman esfingomanómetros. La OMS recomiendo el uso de aparatos asequibles y fiables que ofrezcan la opción de hacer lecturas manuales.
También recomienda medir la tensión durante algunos días antes de establecer un diagnóstico. Para ello, se toma la tensión dos veces al día, preferentemente por la mañana y por la tarde, se toman dos medidas consecutivas con un intervalo de 1 minuto entre una y otra, y con la persona sentada. Los resultados obtenidos el primer día se descartan y, para confirmar el diagnóstico de hipertensión, se establece una media entre las restantes medidas.
¿Cómo podemos prevenir?
En la mayor parte de las ocasiones, un cambio en el estilo de vida suele ser suficiente, pero, en otras, puede ser necesarios recurrir a la medicación.
Cambios de comportamiento como:
– Alimentación equilibrada y saludable.
– Practica regular de ejercicio físico.
– Evitar los excesos de tóxicos como tabaco y alcohol.
son fundamentales para su control y para recuperar la normalidad en muchas ocasiones.
Las 5 medidas de prevención que aconseja la OMS.
1.- Dieta sana:
– Promover un modo de vida saludable, haciendo hincapié en una nutrición adecuada de niños y jóvenes.
– Reducir la ingesta de sal a menos de 5 g al día (algo menos de una cucharilla de café al día).
– Comer cinco porciones de fruta y verdura al día.
– Reducir la ingesta total de grasas, en especial las saturadas.
2.- Evitar el uso nocivo del alcohol, esto es, limitar su ingesta a no más de una bebida estándar al día.
3.- Actividad física:
– Realizar actividad física de forma regular y promover la actividad física entre los niños y los jóvenes (al menos 30 minutos al día).
– Mantener un peso normal: cada pérdida de 5 kg de exceso de peso puede reducir la tensión arterial sistólica entre 2 y 10 puntos.
4.- Abandonar el consumo de tabaco y la exposición a los productos de tabaco.
5.- Gestionar el estrés de una forma saludable, por ejemplo mediante meditación, ejercicio físico adecuado y relaciones sociales positivas.
Aunque los dispositivos de toma de tensión caseros no son muy fiables, sí resultan orientativos, por eso, si en alguna ocasión nuestra tensión está por encima de los valores mencionados anteriormente, deberíamos acudir a un médico para que valore la medida obtenida y la contraste de una forma segura.
La hipertensión es considerada por la OMS como un grave problema de salud pública que afecta desproporcionadamente a las poblaciones de países de ingresos bajos y medianos, en los que los sistemas de salud son débiles.
Las enfermedades cardiovasculares causan alrededor de 17 millones de muertes anuales en el mundo, de las cuales, 9,4 millones, se deben a las complicaciones de la hipertensión.
Esta enfermedad peligrosa e invisible puede prevenirse si nos tomamos con regularidad la tensión arterial y buscamos asesoramiento médico si alguna toma nos indica que la tenemos alta.
Actualmente y, debido a la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes, también existe hipertensión a estas edades.
La OMS, en enero de este año, 2015, nos dice en una Nota Descriptiva que la hipertensión arterial contribuye al alto riesgo cardiovascular de una persona.
¿Podemos prevenir? No es tan difícil tomarnos la tensión de cuando en cuando, aunque no tengamos síntomas.
Fuente:
– Organización Mundial de la Salud. “Información general sobre la hipertensión en el mundo”. OMS, 2013.
– Organización Mundial de la Salud. “Preguntas y respuestas sobre la hipertensión”. OMS, marzo 2013.
http://www.who.int/features/qa/82/es/
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