A la hora de encuadrar una escena callejera, es importante tener en cuenta la orientación elegida. Muchas veces, la no correcta elección hace que se pierda la potencia visual que uno intuye previamente.
En ese contexto de cosas, siempre que puedo, intento hacer una fotografía en vertical y otra en horizontal. Y luego en la edición, elegir cuál es que más me transmite o la que más se adecua a la narración visual de una serie o proyecto. Es pura subjetividad pero uno tiene que tener todas las opciones, si se puede, claro. Como en el siguiente ejemplo en Sevilla. Tengo un fondo iluminado, y la pregunta que me hago es la siguiente: deseo darle fuerza a ese fondo en horizontal o crear una atmósfera de agobio de gente a través una imagen vertical?A través de lo que vemos con nuestros ojos, nos relacionamos en horizontal. Pero con una cámara, todo puede cambiar: la historia puede ser vertical, se puede leer desde arriba o desde abago. Como en la siguiente imagen, con el retrato del joven. Aunque la apaisada juega con lo sugerente.En la búsqueda de bodegones callejeros por Girona, me encontré con una escena cautivante. La elección de la orientación va a condicionar que es lo que prevalece: o el fondo o lo que pasa en los reflejos en los coches.Generalemente, en la calle tienes sólo un pequeño intervalo de tiempo para hacer una instantánea. Pero si lo tienes, no está demás usar todas las variantes posibles. La historia ocurre de una manera, pero, por suerte, con una cámara, pueden ocurrir otras.hasta pronto!
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