
Nada transforma tanto un café como un chorrito de leche condensada. Claro que no sólo nos regala su sabor sino su altísimo aporte en grasas (sobre un 10%), cosa que ya no conviene tanto.

Pero y ¿si elegimos leche condensada desnatada? Efectivamente proporciona muchisima menos grasa que la normal (en torno al 1%), pero contiene las mismas calorías porque lleva los mismos azúcares. Así que tenlo en cuenta, sobre todo si estás a dieta.