Hoy, por una de esas casualidades que provoca a veces una búsqueda rutinaria en internet, me encontré entre los resultados con un enlace a una de las actuaciones de La Mandrágora en l981. Luego, como en una cadena, un eslabón llevó a otro y así, durante un par de horas, asistí al estimulante reencuentro con uno de los cantautores más singulares de nuestra generación.
El regreso de Cuervo Ingenuo a mi memoria ha sido estimulante y cálido, sus letras (cáusticas, irónicas y poderosamente evocadoras) suenan casi tiernas en la distancia. En los últimos vídeos, que muestran su actividad última, se nota el declive de la edad, la lentitud de la vejez y y cierta falta de reflejos; pero sigue hipnotizando con su magia y aprovecha para cantarnos sobre eso mismo: su desmemoria, la debacle de la vida...
A golpe de clic viajé por el rectangular territorio de Youtube de sorpresa en sorpresa. Descubrí que había publicado muchísimos más discos de los que yo pensaba. Escuché muchas canciones desconocidas; me costaba acostumbrarme a su música (me pasa con todas las nuevas canciones cuando las oigo por primera vez), pero las letras eran todas geniales: originalísimas y perfectas en su construcción. Su rigor poético en insobornable (el propio sabina lo confiesas en alguna de sus entrevistas, cuando habla de su admirado maestro).
Leo sobre él unos cuantos artículos con estrategia de francotirador: al azar, el que se presenta y tiene buena pinta. Me entero un poco de su vida:
"Nació en 1944, en el seno de una familia de clase media del barrio de Salamanca de Madrid. Aunque pueda parecer lo contrario, la mayoría de sus canciones recogen de manera sutil hechos reales de su propia vida o referencias indirectas. En el colegio marianista de Nuestra Señora del Pilar, en la calle Ayala del barrio madrileño mencionado, fue formándose un ácrata que dedicará gran parte de su trabajo a combatir a esos siniestros individuos con sotana, una directa intención anticlerical que resulta tremendamente necesaria en una sociedad española muy deudora todavía del franquismo."Descubro las fuentes de las que bebió, los maestros que le inspiraron.
"Muchos se han referido a Krahe como el "Brassens español", cantante y compositor francés del siglo pasado, y del que creo puede decirse que es uno de los grandes poetas contemporáneos. Efectivamente, no solo por su gran talento, son varias las similitudes que hay entre los dos cantautores: malos estudiantes, pero devoradores de libros con avidez, lo que les supuso una gran cultura, ambos empezaron a cantar pasados los treinta, se mantuvieron al margen de los circuitos de éxito permaneciendo fieles a sus músicos y amigos. Un tipo que no se ha arrugado jamás ante el poder, que ha dicho y hecho lo que le ha apetecido, tiene que tener reconocimiento tarde o temprano. El poder trabajar, seguir componiendo y escribiendo geniales temas, y llenar una sala con unos pocos cientos de fieles (quizá no tanto los discos o actos de reconocimiento, que algunos ha habido), estoy seguro de que son para él su mejor recompensa. No se lleva bien el cantautor con las multitudes, y ahí también sigue la divertida máxima de Brassens:"Cuando se es más de cuatro, se es una panda de gilipuertas". Krahe y sus músicos, a los que considera principalmente amigos y se ha mantenido fiel desde hace muchos años, Javier López de Guereña, a la guitarra, Fernando Anguita, al contrabajo, Andreas Prittwitz, al saxofón o contrabajo, y las percusiones de Jimmy Ríos, son unos habituales de la Sala Galileo o del Café Central, en Madrid. El público que compone sus recitales no es homogéneo, lo que resulta esperanzador de algún modo, pueden encontrarse personas de distintas edades y condición social; en cualquier caso, el local se llenará casi con seguridad. La complicidad entre el cantautor y los músicos hace que la calidad y la calidez del espectáculo sean aún mayores, las introducciones de Krahe a cada tema son tan inteligentes y divertidas" como los propios textos escritos.Para los puristas, para los nostálgicos... recojo aquí la versión original (un extra del director de "Esta no es la vida privada de Javier Krahe") de una de las actuaciones de Krahe, Sabina y Pérez en La Mandrágora.
Destaco su forma de ir por la vida, como un remozado Epicuro, como un joven Diógenes. Epicúreo y cínico en su forma de vida y en sus letras.
La actitud del cantautor-filósofo recuerda a la máxima de Epicuro sobre lo absurdo que resulta, ontológicamente, temer a la muerte: "mientras somos, ella no es, y cuando llega, nosotros no somos". El auténtico temor es a no disfrutar de la vida, y como asegura Krahe, "en mi familia siempre se han muerto unos cuantos, así que creo que voy a seguir la tradición familiar".Tiene una visión de la filosofía como actividad. Cree en la importancia del individuo sobre la colectividad, predica la desconfianza en las instituciones y el poder y el descrédito de la moral tradicional. Al igual que Epicuro cree que para conseguir la felicidad es fundamental liberarse de temores irracionales, creencias erróneas y vanas esperanzas.
Y me sorpendo y deleito con la agudeza de sus letras ¡tantas letras desconocidas que he de descubrir!. Un tesoro recién hallado que habré de paladear poco a poco. Conseguiré sus discos, me haré con las letras y sonreiré con sus ocurrencias, con su métrica perfecta, con su rima cuidada, con su mordaz contenido. Una amiga, Estrella, me había hablado de una de sus singulares canciones en las que las palabras esdrújulas copan sus versos: "Las antípodas". Por ella empiezo y ella me revela una inesperadamente una crítica feroz a los nacionalismos, a todos ellos: "En las antípodas todo es auténtico: auténtico a lo autóctono".
En las antípodas todo es idéntico:tienen teléfonos, tienen semáforoscon automóviles, con San CristobalesMuchos estómagos están a régimenTienen políticos más bien estúpidospero son súbditos muy pusilánimes
En las antípodas todo es idénticoIdéntico a lo autóctono
La problemática es económicay en lo teórico no son unánimeslos hay esxcépticos, los hay fanáticospero en la práctica no ves apóstatassino en los márgenes o con prismáticosY unos son míseros, otros son prósperos
En las antípodas todo es idénticoIdéntico a lo autóctono
Hay mundo artístico con gente excéntricamundo científico con catedráticosy cuerpo médico y casos clínicosLa gente rústica puebla las fábricasy los hipódromos los aristócratasCiertos filósofos sienten escrúpulos
En las antípodas todo es idénticoIdéntico a lo autóctono
Algunos fármacos son ilegítimospero hay gran tráfico, lo cuál es lógicoporque los réditos son astronómicosY hay muchas víctimas y hay muchas cárcelesVoces hipócritas piden coléricasmedidas drásticas, sillas eléctricas
En las antípodas todo es idénticoIdéntico a lo autóctono
Los eclesiásticos, desde sus púlpitoscausan catástrofes y los homnímodospoderes fácticos, hazañas bélicasactos bandálicos los energúmenosy los pacíficos actos inútilesEntre los lúcidos cunde el desánimo
En las antípodas todo es idénticoIdéntico a lo autóctono
Se dan fenómenos de rara índole(idéntico a lo autóctono)madres estériles con partos múltiples(idéntico a lo autóctono)Problemas étnicos con los indígenas(idéntico a lo autóctono)falsas polémicas por los satélites(idéntico a lo autóctono)grandes espíritus viven recónditos(idéntico a lo autóctono)y hay globos tóxicos abundantísimos
En otros términos: que están incómodospero es fantástico martes y miércolesjueves y sábados, lunes y vísperasdan espectáculo con el esféricoAllí al unísono arman escándaloy es como un bálsamo para sus ánimas
En las antípodas todo es idénticoIdéntico a lo autóctonoIdéntico a lo autóctonoIdéntico a lo autóctonoPor Javier Krahe. *Citas recogidas de Capi Vidal/Tierra y Libertad