Cuando aparece el sol en primavera, y la meteorología nos regala días de calor propios del verano, es que muchas personas con sobrepeso u obesas deciden pasar por el quirofano para someterse a técnicas de cirugía bariátrica para perder esos kilos de más, es lo que podríamos denominar la operación bikini con bisturí.
Concretamente, y según los especialistas, la mitad de los pacientes toma la decisión definitiva en estos meses, por lo general tras haber realizado una dieta y haber recuperado el peso perdido al abandonarla.
Por sexo y edad, 3 de cada 4 personas que se someten a este tipo de cirugía es mujer, y con edades entre los 30 y 45 años. El envejecer, la vida sedentaria, una dieta poco equilibrada, o haber dado a luz son factores que contribuyen a una ganancia de peso indeseada.
No obstante, cada año se incrementa el número de jóvenes, hombres que llevan un alimentación poco adecuada y no practican deporte con regularidad que tienen un indice de masa corporal que les etiqueta como personas obesas o con sobrepeso.
Lo cierto es que aunque sea para aprovechar y lucir mejor figura durante los meses de playa, muchas de las personas que deciden someterse ahora a este tipo de cirugias lo hacen por razones de salud, ya que suelen presentar problemas como hipertensión, diabetes y apnea del sueño, entre otras enfermedades.
La tendencia actual es emplear técnicas menos invasivas que requieran un corto plazo de recuperación, que sean más efectivas y seguras, como por ejemplo la plicatura gástrica, que en lugar de cortar y grapar el estomago lo que hace es plegarlo en parte y suturarlo; o el balón intragástrico, la banda gástrica o el tubo gástrico.
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