Hay nebulosas maravillosas en el firmamento, algunas son realmente bellas como la nebulosa de la bola de nieve azul, solo con leer el nombre ya nos dice en cierto modo la forma que tiene, esto lo podéis comprobar en la siguiente imagen adquirida desde el telescopio espacial Hubble:
Créditos: NASA, ESA y A. Hajian (Universidad de Waterloo)
La nebulosa a parte de su nombre tan bonito, tiene otro más astronómico y técnico, se la llama exactamente Caldwell 22, o también catalogada como NGC 7662.
Esta espectacular nebulosa se encuentra a unos 2.500 años luz de la Tierra en la constelación de Andrómeda y es fácilmente observable con pequeños telescopios.
La nebulosa representa una etapa de la evolución que atraviesan estrellas como nuestro Sol cuando se quedan sin combustible y lanzan al espacio todas sus capas quedándose en su centro una estrella enana blanca. Las estrellas son impresionantes hornos nucleares que pasan la mayor parte de su vida fusionando hidrógeno en helio. Las estrellas masivas tienen destinos espectaculares, explotando como supernovas, pero las estrellas de masa media como nuestra estrella se hinchan para convertirse en estrellas gigantes rojas a medida que agotan su combustible.
Para saber más:
El futuro del Sol y de la Tierra
Publicado por Jose Vicente Díaz Martínez
Astrónomo y divulgador científico Ver todas las entradas de Jose Vicente Díaz Martínez
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure