Si algo puedo decir después de más de 5 años practicando GTD es que cuesta mucho trabajo ser productivo. He leído los 3 libros de David Allen de cabo a rabo en varias ocasiones. También he experimentado con muchos otros métodos y herramientas, como Autofocus. Llevo años practicando la productividad personal de manera consistente… Y sin embargo, todavía sigo “pecando” :-p
No deja de ser curioso que, a pesar de ser una persona organizada, con la mente bastante estructurada, las ideas generalmente claras, con facilidad para desarrollar nuevos hábitos, y extremadamente motivada, sigo cometiendo errores productivos con frecuencia. Aunque eso sí, quiero pensar que no tantos como cuando empecé.
La razón es muy sencilla. En contra de lo que mucha gente cree, no existen personas más productivas que otras por naturaleza. La productividad es algo que se aprende día a día, estudiando y dedicándole tiempo de práctica consciente, y echándole una buena dosis de motivación y persistencia –vaya, creo que como para aprender cualquier cosa que merece la pena.
Con la productividad en general, y con GTD en particular, sucede lo mismo que con la creatividad. A pesar de la idea equivocada de que hay personas creativas y personas que no lo son, la realidad es que todo el mundo puede ser más y mejor creativo, como ha demostrado Edward de Bono con su pensamiento lateral.
Y como sucede con la creatividad, aprender productividad personal es algo que nunca acaba, especialmente si te dedicas al llamado trabajo del conocimiento. A las técnicas, herramientas y hábitos ya contrastados siempre le podremos añadir nuevos elementos fruto de nuestro propia estudio y experimentación. Porque no todo le funciona a todo el mundo, y lo que nos funciona en unas circunstancias no necesariamente nos tiene que funcionar en otras.
Pensar que leer un par de libros y cinco blogs es suficiente para alcanzar la productividad es un tremendo error. La productividad no es un estado, sino un proceso de aprendizaje y mejora continuos. Es necesario observar constantemente a los demás, analizar lo que hacemos nosotros y cómo lo hacemos, experimentar, equivocarnos muchas veces y no tener miedo al cambio –por cierto, y ya que lo menciono, valga mi propio ejemplo: a pesar de mi reticencia estoy empezando a subirme a la “nube” para aprovechar algunas de sus ventajas, que sin duda tiene.
Por tanto, que nadie piense que la productividad personal o GTD es sólo para los productivos. La productividad es para todo el mundo, y tan necesaria para los que nos dedicamos al trabajo del conocimiento como manejar un ordenador o aprender a hablar inglés –¿o alguien se atreve a decir todavía que solo pueden o deben aprender inglés los que se les da bien los idiomas? ;-)
Y tú, ¿qué experiencia tienes con la productividad personal? ¿Tratas de aprender y mejorar, crees que ya tienes suficiente, o simplemente piensas que eso no es para ti? Comparte tus ideas en un comentario.
Artículo original escrito por Jero Sánchez. Sígueme en Twitter.
Foto por Spigoo (via Flickr)Si te gusta lo que has leído, cómpartelo arriba, danos tu opinión en un comentario y considera suscribirte al blog --es gratis.
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