Revista Televisión
Cuando Starz (en España se puede ver la serie en Amazon Prime Video) comunicó que iba a convertir en serie la novela 'American Gods' (Neil Gaiman) no lo dudé ni un momento: era la oportunidad perfecta para leerla. Así que el verano pasado me la compré y me la leí. No es una novela fácil, en absoluto; tan pronto tiene pasajes apasionantes como otros en los que aparentemente no pasa nada, como otros en los que el lector no entiende nada de lo que lee. Así que la serie era una oportunidad perfecta para complementar la lectura. Bryan Fuller ('Hannibal', 'Pushing Daisies') y Michael Green (guionista de 'Alien: Covenant', 'Logan' o la futura 'Asesinato en el Orient Express') han unido fuerzas junto al propio Gaiman para sacar adelante la serie.
'American Gods' es una serie preciosa, poética, hipnótica, con una fotografía absolutamente maravillosa, con una banda sonora que es perfecta para las imágenes a las que acompaña y con un reparto espectacular. A primera vista, 'American Gods' lo tiene todo. Pero es complicada. Para el lector de la novela, 'American Gods' es fácil y pone en imágenes (en orden diferente) lo leído. Para aquel que es ajeno a la novela, 'American Gods' no es fácil. Ni comprensible. Es una serie que, sin llegar a ser lenta, sí es cierto que se toma con calma las cosas, pero la "falta de acción" se compensa con el preciosismo de sus imágenes.
La historia comienza cuando Shadow (Ricky Whittle; 'Los 100', 'Infieles') sale de la cárcel 3 días antes de lo previsto debido a la muerte de su novia Laura (Emily Browning, vista en películas como 'Sucker Punch', 'Pompeya' o 'Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket'). Es entonces cuando conocer a Mr. Wednesday (Ian McShane; 'Deadwood', 'Los pilares de la tierra') y a Mad Sweeney (Pablo Schreiber; 'Orange is the New Black', 'Weeds'), que sacuden su vida de una forma inesperada. Aunque la locura se desata cuando Shadow se reencuentra con su novia Laura. ¿Quién es en realidad Mr. Wednesday?
Aunque cuesta entenderlo, y no es hasta el octavo capítulo cuando el personaje de McShane lo explica abiertamente ("Creer es ver. Los Dioses son reales si crees en ellos" "¿Sabes por qué suceden las cosas? Porque los Dioses las hacen suceder"), 'American Gods' se centra en la guerra entre los Dioses Antiguos, que buscan permanecer en la vida de las personas ("A mí lo único que me aterra es que me olviden. Puedo sobrevivir a muchas cosas, pero a eso no") y los Dioses Nuevos (un equipo en el que se encuentran Crispin Glover, Bruce Langley y Gillian Anderson). El viaje que realizan Wednesday y Shadow es un road trip en busca de fichajes para su equipo (Peter Stormare, Kristin Chenoweth). Sweeney y Laura también protagonizan su propio road trip, acompañados por Salim (Omid Abtahi; 'Damien', 'Los que matan') aunque con una finalidad diferente. Pero ambos viajes terminan en un mismo destino, donde descubrimos la realidad tras la muerte de Laura.
Si por algo se ha caracterizado la primera temporada de 'American Gods' ha sido por ir presentándonos a diferentes dioses a lo largo de sus ocho capítulos. Llama la atención el caso de Bilquis (Yetide Badaki), a quien conocimos en el primer episodio pero cuya historia no hemos conocido al completo hasta la season finale. Todavía desconocemos qué papel jugará en la historia o en qué bando terminará, pero son dos dudas que seguramente resolvamos en la segunda temporada. Y lo mismo ocurrirá con la reacción de Shadow una vez descubra la verdad tras la muerte de Laura. Lo que está claro es que la guerra ("Será la guerra en la que todos morirán") ha llegado: "Díganle a los creyentes y a los no creyentes. Díganles que hemos tomado la Primavera. Podrán tenerla de vuelta cuando le recen a ella".
'American Gods' es una serie que ha hecho las delicias de los que hemos leído la novela y que a aquellos que no conocían su historia ha dejado algo descolocados. Una serie que tiene sexo, violencia, continuas referencias a la mitología y la religión, y momentos cómicos de carcajada salvaje (la reacción del personaje de Betty Gilpin al reencontrarse con Laura). Pero todos tenemos claro algo: el nuevo drama de Bryan Fuller es una de las mejores experiencias televisivas vividas en esta primera mitad de año.