La capacidad de absorber la luz a longitudes de onda cortas y volver a emitirla a longitudes de onda más largas se llama fluorescencia, y es rara en animales terrestres.
A la luz natural del día, la rana punteada se muestra de colores verdosos con puntitos amarillos y rojos. Por la noche y frente a luz ultravioleta, se “enciende” de un color verde fluorescente. Atentos al Giphy de abajo.
Créditos: Julián Falvovich y Carlos Taboada
La rana
Se trata de la rana punteada Hypsiboas punctatus, una especie arbórea que habita en América del Sur. Sus hábitats naturales son los bosques secos subtropicales o tropicales, bosques de tierras bajas y húmedas, pantanos e incluso áreas urbanas.
Es una especie que no se considera amenazada, según la clasificación de la UICN. Está catalogada como de “preocupación menor” en vista de su amplia distribución, tolerancia a una amplia gama de hábitats y supuesta gran población.
Su piel fluorescente
Como comenté antes, la fluorescencia se da cuando un cuerpo que recibe luz a una determinada longitud de onda la reemite a otra longitud de onda mayor.
Este fenómeno ha sido descrito en animales vertebrados marinos, como en peces o tortugas, y en vertebrados terrestres como los loros, sin embargo, nunca antes se había identificado un anfibio con esta característica.
En el artículo publicado en la revista PNAS, realizado por un grupo de investigadores brasileros y argentinos, describen por primera vez que la piel de esta rana absorbe luz en la franja del ultravioleta del espectro electromagnético y la emite en la azul – verde.
Foto tomada de Taboada et al., 2017.
Los anfibios presentan una amplia gama de coloración de la piel causada por un sistema pigmentario como resultado de una combinación de diferentes tipos de cromatóforos (las células con pigmentos que reflejan la luz).
Lo llamativo es que la fluorescencia detectada por los investigadores no proviene de los cromatóforos, sino que las que fluorecen son tres moléculas novel – hyloin-L1, hyloin-L2 e hyloin-G1 – que están presentes en el tejido linfático, la piel y las secreciones glandulares de las ranas.
No está claro por qué los animales tienen esta capacidad fluorescente, aunque las explicaciones sugieren fotoprotección, atracción entre macho y hembra y comunicación visual.
Estos hallazgos abren una perspectiva interesante sobre los conocimientos de la fisiología de anfibios y el rol ecológico de la fluorescencia en los ambientes terrestres.
Bibliografía y fuentes consultadas:
-Carlos Taboada, Andrés E. Brunetti, Federico N. Pedron, Fausto Carnevale Neto, Darío A. Estrin, Sara E. Bari, Lucía B. Chemes, Norberto Peporine Lopes, María G. Lagorio, and Julián Faivovich. 2017. Naturally occurring fluorescence in frogs. PNAS: 1701053114v1-201701053
-Web Nature
por Emma O’BrienBióloga comprometida con la educación y divulgación de las Ciencias.
@emma_obrien_e
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