En noviembre pasado La rebelión de los números se incorporó a la colección también compuesta por El ladrón de palabras, La sombra misteriosa y Mi amigo Fremd habla raro. Escritos por el español Antonio de la Fuente Arjona y publicados por Ediciones de la Torre, los cuatro libros giran en torno a la noción de “teatro en la escuela”, no como actividad periescolar sino como experiencia pedagógica en el aula.
Al igual que sus predecesores, el título aquí reseñado apuesta al juego dramático en tanto herramienta didáctica en el horario lectivo. En otras palabras, invita a recrear la aventura que seis chicos autodenominados “los últimos de la clase” emprenden para rescatar a su profesor de matemáticas (disciplina detestada si las hay).
Marcos, Róber, Chema, Omar, Sara y Silvia encarnan a distintos prototipos de alumno con los que los niños suelen identificarse. De la Fuente Arjona parece conocer muy bien el universo escolar, el sentido del humor infantil y la atracción que las historias tradicionales (la de Alicia, por ejemplo) y artistas de carne y hueso (Mozart, Dalí) ejercen en nuestros hijos.
Los maestros que decidan montar la obra podrán aprovecharla para trabajar con ejercicios que en la ficción son “enigmas” y cuya resolución hace avanzar el relato. En ese caso, los alumnos aplicarán de manera lúdica sus conocimientos de aritmética, geometría, álgebra, y de paso pondrán a prueba su veta artística (en términos de actuación o de producción teatral).
En caso de resistirse a la representación dramática, los docentes podrán apelar a la lectura en voz alta. Las ilustraciones de Juan Manuel García Álvarez ayudarán a imaginar personajes y escenas, a la vez que graficarán los ejercicios-enigmas para su mejor comprensión.
La rebelión de los números llegó a nuestras manos por gentileza del autor, y a doce días del inicio de clases en la Argentina. A lo mejor este contacto directo y un contexto oportuno ayuden a la difusión rioplatense de una novedosa y refrescante convivencia entre escuelas, libros y teatro.