La Vinoteca Torres es el restaurante de Bodegas Torres en Barcelona. Abierto en 2008 Grupo Sagardi fue el elegido para colaborar en la oferta gastronómica. Una alianza que finalizó en diciembre de 2016, pasando a ser desde esa fecha Mercè Solernou bajo su sello gastronómico Mercès quien asesora al carta. Concretamente, es el chef Carlos Londres quien ha diseñado las nuevas propuestas que se amoldan al origen mediterráneo de las bodegas, sin olvidar otro tipo de elaboraciones en las que la fusión de la cocina de otros países satisfacen la demanda del público. Un cocinero de origen hispanoperuano formado en Hofmann y Le Cordon Bleu en quien Mercè Solernou y La Vinoteca Torres han depositado toda la confianza. Para ello, el producto de temporada catalán y las técnicas y tradiciones culinarias de otros países se mezclan llegando a una cocina de fusión que encaje para redondear la experiencia de enogastronomía.
La Vinoteca Torres encaró así una nueva etapa centrada en buscar las mejores armonías entre sus platos y sus vinos, teniendo como cómplices la cercanía y la calidad del producto para lograr una experiencia gastronómica completa. Una tarea difícil si tenemos en cuenta que su carta de vinos tiene alrededor de 100 referencias de todo el mundo para poder probar (muchas de ellas a copas) y se convierte en un lugar en el que cualquier amante del vino encontrará algo que le encaje. Buscar esos platos que mariden con una carta que se cambia por temporada según el producto necesitará toda la atención de los que forman parte de este equipo. Pero no desisten en su intención de convertirse en el escaparate que aglutine la cultura del vino a nivel mundial tanto con los vinos propios como con los que desde las bodegas importan y, junto a la gastronomía, conseguir enamorar al público.
Para conseguir ese objetivo, La Vinoteca Torres pone a disposición de los comensales todas las referencias de las propias Bodegas Torres a copas o en botella, desde la antología Miguel Torres (vinos singulares catalanes) hasta otras referencias de otras bodegas como Marqués de Riscal, Abadía Retuerta, Bouchard Père & Fils o Lanson así como las elaboraciones de las 11 bodegas que forman parte de las Primum Familiae Vini (PFV): Vega Sicilia, Egon Müller-Scharzhof, Symington, Pol Roger, Perrin, Joseph Drouhin, Tenuta San Guido, Hugel, Marchesi Antinori y Mouton Rothschild, además de la misma familia Torres.
La nueva etapa que hace un año pusieron en marcha afectó poco al local. Simplemente se llevaron a cabo algunos cambios, actualizando el diseño para hacerlo más acorde con la filosofía de la familia Torres y a sus tierras repartidas en Catalunya, España, Chile y California. Una empresa familiar pero grande, que cuenta en la actualidad con unos 1.300 trabajadores y que lleva 150 años dedicada al mundo vitivinícola, adaptándose a él y adelantándose a las técnicas que los tiempos van exigiendo, como ahora hacen con su programa de reducción de emisiones
Miguel Angel Espinosa, sumiller de la Vinoteca Torres estuvo con nosotros para, mediante un juego de maridajes celebrado en la sala Don Jaime (llamada así en honor al fundador de Bodegas Torres) encontráramos cuáles eran los mejores maridajes entre seis vinos propuestos y seis alimentos. Todo ello según nuestra perspectiva.
Los vinos fueron una representación de su gama. Un espumoso, Santa Digna Estelado Rosé elaborado con uva país, (variedad de origen europeo que se cultiva en Chile) con el método tradicional con segunda fermentación en botella y que ha sido premiado como mejor espumoso del mundo de variedades no tradicionales en el certamen The Champagne and Sparkling Wine World Championship; Waltraud Riesling 2016, DO Penedès que las bodegas elaboran desde 1970, fermentado en acero inoxidable bajo control de temperatura durante 15 días; Sons de Prades, chardonnay de Vimbodí, Conca de Barberà con 6 meses de barrica de roble francés; Altos Ibéricos elaborado sólo con los racimos seleccionados de parcelas de graciano, un monovarietal tinto DOC Rioja; Purgatori, cariñena, garnacha tinta y Syrah de Costers del Segre, Lleida, nacido de unas tierras de duras condiciones y clima extremo; y un tremendo pinot noir californiano, DO Sonoma Coast pasado por barricas de roble francés de nombre Marimar.
Respecto a la parte sólida con la que completar el maridaje, pusieron a nuestra disposición Gyozas de butifarra y langostinos con boletus (ceps) y lima kefir, Foie micuit, ceviche, pulpo ahumado, estragón y haba tonka, pimienta de Jamaica, pimienta larga (Indonesia) y pimienta de Sichuan (Japón).
Fuera de los formatos algo impuestos que suelen estar presentes en las catas (este con esto y lo otro con lo de más allá) se sirvieron todos los vinos a la vez junto con los ingredientes para empezar a hacer combinaciones y elegir cuáles de ellas ayudaban a potenciar los sabores y cuáles otras conseguían apagarse entre ellos. Para despertar los sentidos empezaremos estimulando el paladar con los diferentes tipos de pimienta para remarcar como la misma especia puede tener matices diferentes sirviendo como ejemplo para apreciar esos mismos matices en los vinos. Un buen ejercicio que además puso encima de la mesa que no hay una fórmula mágica y que hay más de una posibilidad según el gusto de cada uno, de conseguir el equilibrio adecuado.
Una primera toma de contacto con La Vinoteca Torres que nos sirvió para conocer su proyecto de primera mano y que nos dejó con ganas de profundizar más en ella.