Revista Baloncesto
Finalmente se ha confirmado lo que ya se había conocido hace días. Marc Gasol renuncia a disputar el inminente Eurobasket con la selección española. Su reciente renovación millonaria con los Grizzlies y el abultado fajo de billetes que trae consigo han pesado en la decisión. Ahora que se retoma aquella vieja canción que habla del compromiso forjado a fuego, y que se compara con otros jugadores en situaciones similares, podemos detenernos por un segundo en la parte contraria. Del mismo modo que se ofrecen condiciones inmejorables a un deportista para el desarrollo de su profesión, los que ponen dichas condiciones están en su derecho de incluir cláusulas que protejan su apuesta de riesgos sobrevenidos. A mi memoria llega el caso del francés Rodrigue Beabouis, un talentoso base que se hizo con un hueco en el quinteto titular de los Mavericks y que fue adquiriendo rango a base de quebrar defensas con su certero lanzamiento de larga distancia. Todo parecía indicar que estaríamos ante una sólida carrera en la NBA pero un mal gesto en un entrenamiento con la selección en la preparación del Mundial de Turquía significó algo más que una lesión. Fue el inicio de un camino tortuoso salpicado de suerte enemiga que acabaría por empujarle fuera de la NBA. Propenso a lesionarse desde entonces, Beabouis ha intentando regresar sin éxito mientras ha encontrado la forma en la liga francesa. Una carrera al traste y un contrato con muchos números que no llegó a firmar.
Los dirigentes siempre han sido muy recelosos de las competiciones en las que participan sus estrellas "internacionales". Es evidente que la integridad física de sus jugadores corre cierto peligro sobre todo cuando se trata de selecciones llamadas a hacer algo serio. Pau ha tenido que convencer en el pasado para que le permitiesen unirse al combinado nacional, y otros lo han tenido muy complicado.
Marc ha firmado el contrato de su vida, el que separa a los jugadores de nivel de los súper clase. Y ahora que se le incluye "sobre el papel" en esta categoría debe pasar por el rodillo que le imponen en su equipo, que le prefiere sano y descansado para afrontar el siguiente paso en la etapa de crecimiento de los Grizzlies, donde será líder en la cancha y fuera de ella recompensado de una vez con un contrato que refuerza su posición. En Memphis le han pedido que descanse y lo respeta, acepta y acata.