Volvemos a darle patadas a “La Sevilla del balón”.
Le damos patadas porque nos la dejan botando. Es un libro que da juego.
Como nuestro objetivo nada tiene que ver con la política, y ya que la autora del texto tiene un marcado signo, decidimos hacer un paréntesis y dejar pasar las elecciones al Parlamento de Andalucía. No queríamos que nadie confundiera nuestras intenciones. “Leña” a las falsas historias del abuelito, las cuente quien las cuente.
Hoy nos vamos a centrar en las consideraciones que esta señora nos narra sobre el "caso Antúnez" en la idílica realidad que nos muestra la página 61.
Esta página es una delicia, como dice un amigo nuestro: "si no existieran, habría que inventarlos."
Para calentar las teclas, empezaremos suave ya que ella nos lo ha puesto de envoltorio.
Sebastián Bandarán, que no es otro que José Sebastián y Bandarán, capellán real y canónigo de la Santa Iglesia Catedral, es el papel de regalo con el que pretende envolver la perla del caso Antúnez. Nos cuenta que los béticos apoyados en una barra dicen que este señor "llamó a los béticos separatistas y masones". La autora cambia de conversación, ahora nos cuenta lo de Antúnez, y unas líneas más abajo, sentencia:
¡Ea! ¡Porque yo lo valgo!
Esta señora, que disfrutó de Heidi en su infancia, se entusiasma narrándonos sus verdes praderas y los cuentos del abuelito.
En los años cuarenta, los sevillanos escuchaban Radio Moscú, como ahora se escucha el “Carrussel Deportivo” y lo comentaban en los bares mientras se comían la tostá con aceite y jamón.
¿De verdad que alguien se puede creer esto?
Por si queda alguien que no sepa lo que era Radio Moscú, lo expondremos brevemente. En la posguerra de los años cuarenta hubo una fortísima represión aplicada por el bando vencedor. Cualquier sospecha, incluso falsas acusaciones, era castigada, hablando suave, con sombra y ejercicio físico. Bastaría saber de dónde salió la mano de obra para construir el Canal del Bajo Guadalquivir (gran idea del comandante Cuesta Monereo) o el faraónico Valle de los Caídos.
A pesar de esto, un reducido grupo de resistentes se las ingeniaba para esconder una radio de onda corta que les permitiera escuchar noticias que les informasen de manera diferente a lo que lo hacía “el parte”. Por aquella época, y muchísimos años más, en España solo “informaba” Radio Nacional de España. A determinadas horas, el resto de cadenas conectaba con RNE y se escuchaba "el parte”, que era como los españoles llamaban al informativo, y así lo siguen llamando los más veteranos.
¿Han escuchado alguna vez noticias sobre un “segunda” ruso? Pues parece ser que Radio Moscú seguía la liga española con especial interés.
Personalmente, y con la misma base documental de los que cuentan lo de Radio Moscú, es decir, ninguna, tengo una teoría sobre esta leyenda interurbana.
Un amigo mío tenía una cantinela que utilizaba cada vez que alguien hacía una “buena acción”, por insignificante que fuera: “Illo, ¡qué grande eres!, te va a mandar hasta un telegrama el Papa.” Lógicamente el Papa no nos felicitó a nadie ni nos mandó ningún telegrama por nuestras “buenas acciones”. Igual, en la espiral de victimismo persecutorio fascista, alguien un día dijo: “Esto es para que lo hubiera contado Radio Moscú.” Ya saben, el segundo ya decía que lo contaron; y el tercero hasta lo escuchó.
Por más que hemos buscado, no hemos encontrado referencia escrita del bulo de Radio Moscú con anterioridad a esta "La Sevilla del Balón del balón". Estaríamos encantados que alguien nos corrigiera y nos aportara un documento escrito anterior. Mientras ese documento aparece, consideraremos a la señora de Pablos como la responsable de divulgar por escrito esta abuelada y darle un soporte cultural. Si alguien nos presenta un documento más antiguo, no nos dolerán prendas en hacer una entrada en desagravio de doña Mercedes.
Se escriben estas sentencias, y luego pasa lo que pasa, no nos lo inventamos:
"Apoyamos a los béticos para que continúen su proletaria lucha contra la injusticia social frente a los capitalistas del Sevilla, paladines de las injusticias del sistema español imperante."
Claro que eso, al fin y al cabo se puede considerar una peña y el lema del carné no dejaría de ser una broma.
Pero llegó la celebración de los actos de conmemoración del centenario bético, y su presidente, D. José León, pronunció en Antares una conferencia el 16 de febrero, y no se le ocurrió otra cosa que decir esto:
"El Caso Antúnez puede resumir la serie de zancadillas que desde todos los estamentos se le tendieron al REAL BETIS BALOMPIÉ… Y es sintomático que, en una época en la que nadie dimitía ¡cómo no sería el escándalo y la cacicada, que el caso terminó con la dimisión de los presidentes de la Federación española y de la andaluza!... ¡Hasta en las emisiones de Radio Moscú se comentó la injusticia!"
Ya saben, esta es la filosofía del opúsculo de esta señora, nos confirma que es cierto, eso sí, sin aportar una sola prueba, solo la verdad del abuelito. Es su forma de ver a las aficiones: "La realidad se encuentra en la misma calle, no en las bibliotecas."
¡Y que luego esta señora me quiera hablar de memoria histórica...!