“El exceso de simplificación significa llevar la simplificación hasta tal punto que se ignoran otros valores” – Edward De Bono (1933 – ). Escritor y psicólogo maltés.
Si soy sincero con vosotros, estoy un poco cansado de escuchar que GTD es un método de productividad complejo, y de comparaciones sin fundamento con otros métodos como ZTD. Tanto es así que he decidido escribir este artículo, a ver si de una vez por todas dejamos claros los términos en que se define la complejidad de GTD –no temáis, no voy a arremeter contra nadie, simplemente quiero aclarar algunos puntos que considero importantes y que estoy seguro arrojarán un poco de luz a los recién llegados a este apasionante mundo.
Creo que todos estamos de acuerdo en que la complejidad es ineficaz y una pérdida innecesaria de tiempo, de atención y de energía mental. Si es así, entonces también coincidiremos en que, idealmente, deberíamos hacer las cosas lo más simples posibles. Teniendo esto en cuenta, ¿es GTD un método de productividad personal simple?
Para dar una respuesta cabal a esta pregunta dejadme acercarme a una idea que De Bono expone magistralmente en su libro “Simplicidad”. Según él, hay que diferenciar entre lo simple, lo simplista, y el exceso de simplificación.
Simplismo
Como acabamos de ver, lo ideal es que hagamos las cosas lo más simples posibles. Sin embargo, hay que tener cuidado: la simplificación, antes del entendimiento profundo, no es otra cosa que simplismo.
Un enfoque del tipo “si un gobierno no tiene dinero, pues que imprima más billetes”, demuestra muy poco o nulo conocimiento del funcionamiento real de una Economía, y desde luego no puede considerarse una solución simple, sino simplista. Igualmente, decir que “para cumplir con tus objetivos basta con hacer una lista de tareas y hacerlas”, no deja de ser una visión simplista que no tiene en cuenta muchos aspectos clave de la productividad personal, como por ejemplo los diferentes tipos de procrastinación.
Me temo que la gran mayoría de los que declaran que GTD es un método complejo, lo hacen desde una visión simplista, en el sentido que dice De Bono. Es decir, sin un conocimiento profundo de lo que significa realmente la productividad personal y de los problemas que pretende resolver GTD. Es como ser pobre y que te den una limosna para comer: el verdadero problema no es el hambre, sino la necesidad de tener ingresos estables y cierto bien estar.
Exceso de simplificación
Igual de peligroso que el simplismo es el exceso de simplificación, en el que han incurrido algunos autores proponiendo métodos pseudo-productivos.
Una visión simplista de un asunto a menudo nos lleva a un exceso de simplificación de las soluciones existentes. No nos damos cuenta de que el exceso de simplificación hace que perdamos algunos valores importantes de la solución original.
Por ejemplo, podemos simplificar un coche eliminando dos ruedas y convirtiéndolo en una moto, pero entonces perdemos el valor de la seguridad ante un accidente, y el poder transportar a 4 ó 5 personas al mismo tiempo. En realidad hemos caído en un exceso de simplificación, pues la nueva solución –la moto– ya no resuelve el problema original.
Eso mismo le ha sucedido a GTD con la aparición de ZTD. Al margen de otras consideraciones, ZTD borra de un plumazo el valor de aunar control y perspectiva a la hora de ser productivos –hasta tal punto que su autor, Leo Babauta, postula la inutilidad de fijarse objetivos. Cuidado, no digo que ZTD no sirva para nada –aunque ciertamente a mi no me sirve. Lo que quiero decir es que el método de Babauta no resuelve el mismo problema que GTD, y desde ese punto de vista es un exceso de simplificación.
Simplicidad
Volviendo a la pregunta original, ¿es GTD un método de productividad personal simple? Tal y como yo entiendo la productividad personal, sí lo es. GTD es el método más simple posible, no solo para controlar tu día a día, sino también para dirigirte de manera consciente hacia tus objetivos, metas y misión en la vida –como ha quedado demostrado tras más de 10 años de uso por miles y miles de personas.
¿Podría quitarle cosas a GTD? Desde luego. Pero entonces no veo cómo podría ayudarme eficazmente ser una persona productiva, tal y como acabo de definirlo.
Algunos seguirán diciendo que a ellos les va muy bien con ZTD, Autofocus –el método de productividad de Mark Forster–, u otros métodos, y que no necesitan GTD para nada. Bueno, solo tengo que decir que quizá –sólo quizá– se están engañando a sí mismos, pensando que están resolviendo un problema cuando en realidad están resolviendo otro muy distinto. O quizá, y más triste todavía, están renunciando sin saberlo a la verdadera productividad personal.
Y tú, ¿sigues pensando que GTD es un método complicado? Comparte tu opinión en un comentario?
Artículo original escrito por Jero Sánchez. Sígueme en Twitter.
Foto por Velo Steve (via Flickr)