El biopic es un género que, por sus características, facilita el lucimiento de los actores que se introducen en el pellejo de los famosos a los que dan vida.
Este largometraje cuenta la historia de amor entre el astrofísico, Stephen Hawking y Jane. Este conmovedor relato comienza antes de que la enfermedad se desarrollase con toda su crudeza en el momento en el que este hombre de ciencias se encontraba en plenitud de facultades, practicando incluso deporte.
La dirección ha corrido a cargo de James Marsh, autor de producciones desconocidas en España. Este realizador ha demostrado gran talento para narrar la vida de un científico que nos resulta familiar sin que esté edulcorada, puesto que ha sabido compensar las escenas lacrimógenas con otras bastante simpáticas, consiguiendo que nunca perdamos el interés. La banda sonora de Jóhann Jóhannsson nos parece de una calidad insuperable.
Cambiando de tema, cuando el personaje interpretado por un actor supera a la persona que representa, podemos decir que el éxito está garantizado. Por poner un ejemplo, eso es lo que le pasaba al humorista Fernando Echeverría cuando reproducía la voz del periodista José María García. Precisamente, es exactamente lo que le ha ocurrido al actor, Eddy Redmayne, ganador del globo de oro al mejor actor dramático por esta cinta y aspirante al Óscar. El intérprete ha logrado que no consigamos distinguirlo del original. Sin embargo, este excepcional trabajo no debe eclipsar a su compañera de reparto, Felicity Jones, ya que su actuación está al mismo nivel y cada gesto es respondido con una brillante réplica.
Muchos pensarán que se trata de otro relato más de una superación personal y puede que tengan razón. No obstante, la relación sentimental de esta pareja rompe fronteras porque supuso un gran sacrificio generoso que no todo el mundo es capaz de afrontar. Por otra parte, de todos es conocido el ateísmo militante de Hawking. De hecho, el titulo de la película (La teoría del todo) hace referencia a la idea de que la explicación del origen del universo se puede reducir a una ecuación, aunque este hombre deja una puerta abierta a la esperanza en relación a la posibilidad de trascendencia. El visionado de la cinta garantiza el debate entre agnósticos y creyentes donde, tanto unos como otros, exponen sus argumentos sin que salten chispas. En cambio, la fe de ella era a prueba de bombas, estando vinculada al anglicanismo. Pensamos que el director ha pretendido mostrar como razonable ambas posturas. Y es que no parece descabellado que la fe y la razón puedan contribuir a demostrar la existencia de un ser superior(publicado en Páginasdigital).