Me levanto contento y descansado. Ayer por la noche tuve un estimulante (menudo adjetivo...será que el sueño me roba inspiración adjetival...) encuentro con los amigos que organizan el Salone del Gusto de Slow Food (otoño de 2014, en Torino). Vamos a montar una buena con vinos españoles allí: "in bocca al lupo!" Ayer por la noche, en L'Ànima del vi, topé, además, con varias realidades: la de un amigo que acababa de superar (me dio esa impresión, y por eso le felicité) un complicado y duro examen que le ha llevado meses de prepararación. Supe, además, que varios otros amigos estaban implicados en esa prueba y estoy contento por ellos: ¡seguro que acaban todos con el diploma deseado! Eso sí...me dejó con la mosca tras la oreja, su despedida final: "por fin, puedo beber vino sin más".
La de una amiga que había confiado ciegamente en otro amigo para un cambio de trabajo, se queda tirada "en medio de la noche" y todavía espera una explicación... El tiempo acabará colocando a cada cual en el lugar que se merece, y quien siembra vientos, ya sabemos qué acaba recogiendo...Mi amiga ha tenido suerte y ya está trabajando de nuevo, tras el insólito plantón, en otro proyecto vínico interesante.
Ayer me fui a la cama con la impresión de que José Miguel Márquez (Bodegas Marenas) cada día trabaja más fino y acertado, con más luces y conexión con su tierra y con lo que ésta puede dar. Su Cerro Encinas 2011 (montepila) me pareció un vino soberbio. Y su 2012, con poco más de botella, creo que será un gran vino también. Ayer me fui a la cama con la sensación de que Jordi Llorens (Celler Jordi Llorens) es ya una bonita realidad: su Blankaforti 2012 (CS y garnacha) es un vino de placer, con cerezas golosas, fresco, también serio. Ambos son gentes a las que hay que tener en cuenta.
Hoy me he levantado con varias convicciones. Una. Dentro de menos de una hora, Orlando Lumbreras y Juancho Asenjo nos harán pasar un rato estupendo en R3, Placeres Mundanos. ¡Atentos, pues! (y si no, al podcast todos). Dos. No te fíes de las personas que no te aguantan una mirada limpia a los ojos. Te la acabarán pegando. Tres. Siguen sucediendo un montón de cosas interesantes en el mundo del vino en este país. Y hay que estar atento para conocerlas, beberlas y contarlas para que otros las conozcan y beban también. Cuatro. No me acabo lo que sucede en nuestra vieja Europa vitivinícola en esta reencarnación entera. Cinco. ¿A quién le preocupan los 140 caracteres?