Revista Cultura y Ocio

La tragedia operística de Madama Butterfly

Publicado el 21 marzo 2012 por Ruta42 @ruta42
La tragedia operística de Madama Butterfly

Imagen de la web http://www.concerlirica.com/

El pasado jueves, día 15 de marzo de este 2012, pasó por el Zorrilla la representación Madama Butterfly. Ana Bueno ya os adelantó algo sobre la obra y su historia, yo tuve la suerte de ir a la representación y debo decir que me encantó.

Si habéis visto Pretty Woman igual recordáis la escena en que Richard Gere dice a Julia RobertS que cuando vas por primera vez a la ópera o la amas o la odias (frase aproximada) y que será así para siempre. En mi caso era esa primera vez y me encantó, me conmovió, casi alguna lágrima se me escapó y a pesar de conocer el final logró que temiera la llegada del mismo. Si me preguntáis no diré que amo la ópera, pero sin duda si veo más llegaré a hacerlo.

Podría decir que las interpretaciones fueron buenas, el contar con una orquesta en el foso fue fantástico y que el vestuario cumplía con todo lo esperado. Es una opción pero es que esto es lo esperable y total ya habrá críticos que haya comentado todo con mucho más tino del que yo podría, así que me dejaré llevar por los recuerdos y los sentimientos.

El primer acto nos presentaba a la joven Butterfly, una niña de 15 años que contrae matrimonio con el capitán Pinkerton al que el cónsul había avisado de las posibles consecuencias pero no hizo caso de las mismas. Ella bella y entregada, que no duda en sacrificar nada por obtener su amor y él un hombre maduro que se enamora solo del deseo y que desde un comienzo sabemos que terminará dejándola de lado. Es imposible no sentir compasión por ella desde el comienzo, pena al saber lo que vendrá y algo de esperanza cuando él dice que la ama, en ese momento queremos desear que así sea aunque sepamos que no pero es parte de la mentira que es el teatro.

La segunda parte es solo con ella y su sirviente, han pasado los años desde que él las dejó y nada saben desde entonces. Su dinero empieza a llegar a su fin pero la llegada del cónsul presagia para ella buenas nuevas, que no son otras que la boda de Pinkerton con una americana y el abandono de la joven oriental. Por otro lado el agente matrimonial que los unió ha intentado hacer lo mismo con ella y otros, dejando claro que no tiene opinión alguna y que no es más que mercancía en manos de los hombres, un reflejo de una situación que existía así hasta no hace tanto (y que realmente sigue). Una escena dura en que ella se dará cuenta de la verdad de la situación, de lo absurdo de la misma y de estar atrapada en medio de ninguna parte, lo que se complica más al haber tenido un hijo del que nadie conocía su existencia.

El final es el que todos sabemos. Tras esperar toda la noche el regreso del Capitán, para que se lleve al niño, vendará las ojos a su hijo y realizará el seppuku (suicidio ritual), terminando con su vida y todas las desdichas que ha tenido en ella. Muerta la encontrará Pinkerton, gritando y llorando su acción habiendo sido el culpable de la misma con su despreocupación y egoísmo. Lo que comenzó con algo feliz, una boda en la que ambos contrayentes están alegres, termina de la forma más trágica posible dejando así al niño huérfano de madre y en manos de una mujer a la que no conoce y un padre que no dudó en abandonar a Butterfly.

Una ópera bien conocida, con un final más que sabido, que logró entusiasmarme y gracias a la cual dentro de mí ha despertado una parte que quiere ver más.

La tragedia operística de Madama Butterfly

Doc Pastor

Hace tiempo inicié Ruta 42 (@ruta42 en Twitter), una gaceta para la que dedico la mayor parte de mis escritos y fotografías. También colaboro actualmente con el periódico AQUÍ en Valladolid y en la revista LaRAÑA de Sevilla. Cuando no estoy por aquí es que estoy jugando con mi perrito (se llama Loki).

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