Aunque el largometraje de apertura fue otro, Amazona constituye un magnífica tarjeta de presentación del primer Festival de Cine Colombiano que se extenderá hasta el domingo 8 de julio en Buenos Aires. El documental de Clare Weiskopf cumple con dos características fundamentales de la muestra: prioridad acordada a la perspectiva de género, y representación de lo local como parte de una problemática regional e incluso universal.
En esta película nominada a un premio Goya, la realizadora retrata a su progenitora, y de paso invita a reflexionar sobre el ejercicio de la maternidad. Se trata de una propuesta atípica porque gira en torno a una personalidad extraordinaria en el sentido literal del término: nacida y criada en el Reino Unido, Valerie Meikle se mudó a Colombia por amor, cuando tenía 23 años. Hace tres décadas, esta artesana, música, escritora ahora octogenaria vive en una reserva natural de la Amazonia colombiana.
Weiskopf aprovecha una breve estadía en ese hogar remoto para reconstruir la historia de su madre británica. Mientras tanto, imagina los pasos que ella misma dará después de parir al bebé que está gestando a la par del film. Su esposo Nicolás van Hemelryck y el guionista Gustavo Vasco participan de la delicada aventura cinematográfica.
Como otros documentales autorreferenciales, éste también utiliza fotos y filmaciones caseras para recrear el tiempo que fue y será. Del presente tangible –en este caso, lo que sucede durante el encuentro entre madre e hija– se encargan las cámaras y los micrófonos utilizados con criterio profesional. En este punto, corresponde elogiar la capacidad de Weiskopf para desnudar el alma de Valerie cuando habla, cuando canta, cuando lee, cuando calla.
A diferencia de otros documentales autorreferenciales, Amazona evita el ombliguismo. Las preguntas de Clare y las respuestas de Valerie estimulan la discusión sobre la maternidad como experiencia subjetiva y como concepto sociocultural estrechamente ligado al patriarcado. Asimismo ponen en evidencia la clásica tensión entre responsabilidad y libertad.
Acaso sin proponérselo, Weiskopf invita a reflexionar sobre el sentido de pertenencia geográfica y cultural que los seres humanos desarrollamos de maneras tan diversas. La suerte de sincretismo idiomático que profesa mamá Val resulta muy interesante para los espectadores atentos al fenómeno que algunos entendidos llaman Biculturalismo.