Uldale folos censuros
"El licor dadlo a los miserables y el vino a los afligidos, que bebiendo olvidan su miseria y no se acuerdan más de sus afanes.”PROVERBIOS, 31, 6-7
Para desgracia humana tanto causas como efectos, siempre hay que decir bastantes cosas, y no se dirá todo. Tanto cuando se siente necesidad o deseo, como ganas de no hacerlo, a veces con tendencias morbosas. El vicio a la bebida produce el ansia irresistible, lo que se entiende por dipsomania, o por el deseo insaciable y violento de beber licores fuertes como anis, coñac, ron, vodka, whiski...etc, hasta convertirse en un delirio acompañado de una sed muy viva o una necesidad imperiosa que se denomina polidipsia.
La taberna, conocida por muchas y muy distintas denominaciones: tasca, vinatería, borrachería, vinería, bar, bebedero, cantina, bebercio, cogorcera, abrevadero, vinoteca... (sinónimos y derivados en cada caso: vinatero...etc...etc.).
Estos anteriores y otros nombres, se dan a los lugares y gentes que venden, fabrican, usan y abusan del vino y de otras bebidas alcohólicas como plaga de la sociedad. Exceso de vinolencia. Ser vinolenti (del latín vinolentus), dado al vino, o acostumbrado a beber con exceso. Llamados acratófilos, por ser amigos del vino y se dice acratoposia (del gr. Akratoposia, de akratos y posis, bebida). El arte de elaborar los vinos es la enología por lo que se dice enológico. La inclinación irresistible a las bebidas alcohólicas, recibe el nominativo de enomanía (del griego oinomanía; de oinos vino y manía). Llámase enópicos a los que están hinchados por el vino. La enografía es la ciencia que trata de los vinos y de sus propiedades. Enógrafo, es el perito en vinos. A los aficionados a él, se les llama enófilos. Todo lo contrario es la enofobia: que tiene horror al vino. Hay variedades vinícolas difíciles de reconocer y para simplificar se puede hablar del vino de Toro, del Rioja, conocidos por su fama regional, así como otros muchos de superior calidad que no todos los bebedores saben catalogar. Un experimento, como curiosidad, es poner en un vaso una pequeña cantidad de vino blanco y sobre ello echar una cucharadita de bicarbonato de sosa. Este vino se volverá clarete. Si en vez de vino blanco ponemos vino claro y hacemos la misma operación, la bebida se pondrá en color de vino tinto. Si lo hacemos poniendo vino tinto veremos como este se pone de un tono achocolatado. Este experimento químico sirve para pasar el tiempo, sorprendiendo a los desconocedores del truco. Echar un piscolabis, es beber un trago de aguardiente como aperitivo. La falta de sed, se conoce por el nombre de adipsia. Algunos pueblos han vivido sin la correspondiente taberna. Taberna o tienda donde se venden al por menor vino y otras bebidas más o menos espirituosas y servía como lugar de encuentro o de reunión. Se solía decir: “días de agua, taberna o fragua”. En la taberna, dentro o fuera, siempre estuvo dispuesto el vehículo tabernil. En el campo, en las dehesas, donde gargantas secas apetecían un riego. Existía un cantinero vendedor de vino al que llamaban Aldrán. En Andalucía, estos vendedores al por menor eran conocidos por el singular nombre de “montañés”. Difícil y oneroso sería el enumerar la cantidad de objetos y elementos que tienen relación con el vino, como por ejemplo cierto depósito que se emplea en tabernas y bodegas para ponerlos debajo de los grifos de botas u otros recipientes para que, , al derramarse o medir el vino, caiga dentro de él. Se trata de una especie de lebrillo llamado alcadafe. El vino que se recoge, se destina para vinagre. Sobre tal recipiente se suelen colocar las medidas de tamaño menor para uso más frecuente, en general metálicas, usadas para pasarlo a otros envases: cuartillos, jarras, porrones, botas, cantimploras, copas, vasos...etc.
Como remate propio es recordar, nombres que se han dado a los efectos que produce el alcohol: borrachera, pea, mona, toquilla, pedo, perojo, mojadura, colodra, mamadura, basura, tranca, cogorza, mierda, papalina, calamocano, broza, zorra, embriaguez, paparda, moscorra, jumera, trompa, mantón, chispa, pítima, moco, manta, copado, envasado, envinado, filoxera, castaña, tajada, merluza, ahumadura borrachina, enjarabarse, y tantas y tantas que, el que la pilla para él, con escalera y sin ella como les sucedió a Ulino y a Ciano, estos dos tumulentos pítimarios y meones.
Otras aclaraciones
Vinazo: Vino muy fuerte y espeso
Vinarra: Vino llamado aguapié. Vino muy malo y de poca fuerza que se hace con agua y orujo.
Vinote: Líquido que queda en la caldera del alambique después de destilado el aguardiente.
Vinico: Todo lo relativo al vino.
Vinillo: Es un vino muy flojo.
Vinolencia: Es el exceso o destemplanza en beber vino.
Braquipoto: Se le llama al que bebe poco.
Trincar: Beber vino o licor.
Trinquis: Trago de vino o licor.
Purriela: De mala calidad, aunque no debe confundirse con purrela (que es vino de purriela). Vino último o inferior de los que llaman aguapié.
Zupia: Poso de vino o vino revuelto que tiene mal color y gusto como otros líquidos, mal aspecto o sabor, y lo más inútil y despreciable de cualquier cosa.
A R T I C U L O
Revista Pernía, núm 15, Diciembre de 1985. Edita y dirige: Froilán de Lózar