Revista Cine

La versión hardcore de Batman por Darren Aronofsky

Publicado el 08 marzo 2012 por Fimin

Imagínense un Batman rodado en Tokyo, escrito por Frank Miller y protagonizado por Clint Eastwood, con influencias de "Serpico", "French Connection" o incluso Charles Bronson, concibiendo al hombre murciélago como si de un Travis Bickle se tratara y rodando a pelo, en 16 mm, sin decorados ni efectos especiales, con la violencia, la oscuridad, la sordidez y la decadencia, como motores principales de este arriesgado vehículo. Así sería el "Batman: Año Uno" de Darren Aronofsky, una adaptación que nunca llegó a cristalizar a pesar de que la mismísima Warner Bros. estuviera a un paso de hacerla realidad. Buena cuénta de ello nos da la web británica What Culture y más aún, un persuasivo libro recién publicado, escrito por David Hughes y sugerentemente titulado "La mejores películas nunca realizadas". Así sería la versión hardcore de Batman a cargo de Darren Aronofsky.

"Batman: año uno" es el título de un cómic escrito por Frank Miller, ilustrado por David Mazzucchelli y coloreado por Richmond Lewis, publicadao en 1988 por DC Comics, la historia apareció por primera vez en las publicaciones 404 a 407 de la serie Batman en 1987. Fue uno de los primeros ejemplos del formato de una miniserie dentro de una serie que es ahora popular en los libros de cómics tras ser también objetivo de un Darren Aronofsky con intenciones de llevarlo a la gran pantalla.

Aronofsky : “Ya les dije que quería a Clint Eastwood como Caballero Oscuro y que me gustaría rodarla en Tokyo en vez de seguir con el escenario de Gotham City. Mi declaración de intenciones al menos logró llamar su atención". Y no sabemos si por pura inspiración o simplemente por no temer al riesgo, el estudio fue lo suficientemente valiente para abrir un diálogo con el confeso bat-fan sobre la idea de adaptar "Batman: año uno".

A tenor de la frivolidad del comentario y por mera cuestión de edad, uno podría imaginar más a Clint Eastwood como Batman en "The Dark Knight Rises" que en "Year One" . Aún y así, imagínense Clint como Batman. WAW!

Aronofsky: Lo concebí de forma diametralmente opuesta, tratando de devolver a Batman a la violencia callejera, sumergiéndolo en el mundo urbano de Tokyo para lidiar con una auténtica realidad, sin decorados ni sets, rodándolo a pelo sin artificios ni efectos especiales con la intención de provocar la vivencia de una experiencia realista en el espectador. Sería como un cruce entre "El justiciero de la ciudad" o "French Connection" y Batman. En "año uno" Gordon sería algo así como Sérpico y Batman como Travis Bickle. Nuestro objetivo era dotar de una dosis de realidad a la franquicia Batman tratando de dar respuesta a la eterna pregunta: "¿Que podría provocar en una persona real llevar por su cuenta la lucha contra el crimen?".

El libro continúa advirtiendo de que fue Warner Bros. quien encargó un guión en el que Aronofsky y Miller se tomaron varias libertades con la mitología de un Batman que resultó completamente reconstruída. Para empezar:

“El joven Bruce Wayne es rescatado de las calles tras la muerte de sus padres y apadrinado por un "Big Al', que regenta un taller de reparación de coches junto a su hijo, 'Little Al'. Propulsado por el deseo de venganza ante el cual únicamente queda esperar a que pueda llevarla a cabo, el joven Bruce pasa día y noche en el taller, viendo el ir y venir de maleantes, drogadictos, criminales, policías corruptos y prostitutas mientras James Gordon lleva a cabo su particular lucha contra la corrupción enfrentándose a oficiales de policía de cualquier rango"

"El objetivo del primer acto con Bruce como vigilante es confrontarle a un policía corrupto llamado Campbell que acosa a ‘Mistress Selina’. Campbell finalmente acaba muerto y Bruce se libra por los pelos de ser acusado, hecho que le advierte de la necesidad de actuar con una mayor metodología, por lo que en un principio se camufla tras una máscara de hockey hielo y una capa, para hacerse más adelante con un uniforme mucho más estilizado, con armas y artilugios de fabricación propia, convirtiendo un Linoln negro en un Bat-Móvil".

"Siendo ya Batman, Bruce Wayne empieza a llevar a cabo su particular lucha contra el crimen partiendo desde la calle pero alcanzando las altas esferas de corrupción y criminalidad, aceptando su doble destino como guardián de la ciudad y acreedor de la herencia Wayne, y sobre todo, obteniendo el beneplácito de Gordon para librar su personal batalla contra el crimen".

Aronofsky: “En el cómic, la reinvención de Gordon fue personalmente inspirada, ya que por una vez no era un completo inútil si no un tío de muy malas pulgas. La escena introductoria a Gordon nos la imaginamos teniendo al personaje sentado en la taza del váter, empuñando con una mano una pistola metida en su propioa boca y sosteniendo con la otra seis balas de la misma. Precisamente así es como yo concebía el personaje".


Aún y así el cómic de "Batman: Año Uno" y el guión compartirían varias similitudes:

"La narración nihilsta de Bruce Wayne, un heróico Gordon salvando a un niño durante un secuestro masivo, Selina como una proto-Catwoman, las amenazas que Gordon sufre de sus propios compañeros para que desista de la lucha contra la corrupción, sus sospechas sobre un Harvey Dent a quien cree Batman o una pelea de altos vuelos en lo alto de un vecindario. De todas formas, el guión de Miller y Aronofsky estaba enfocado a abarcar una mayor dimensión narrativa ahondando más en el trasfondo de los personajes y en las motivaciones que promueven sus actos".

Con la idea de posibles secuelas en la cabeza, el libro también hace inciso en el posible futuro de este particular mundo de Batman que Aronofsky y Miller trataban de crear:

“El guión contiene numerosas referencias a Bat-fans, incluyendo una escena inical con un risueño paciente del Asilo Arkham con pelo verde y yendo más allá con la intención de dar pie a una secuela en cuanto Selina/Catwoman descubre la verdadera identidad de Batman".


Finalmente, y como era de esperar, el interés de Warner se enfrió ante semejante riesgo por más que demostrara su intención de dar un monumental giro a una de sus principales franquicias:

Aronofsky: “Pienso que Warner siempre fue consciente de que nunca podría llevarse a cabo. Y creo que pienso correctamente porque con tan solo 4 años de edad los niños compran artículos de Batman, y si ruedas una película así, todo niño de cuatro años pedirá a grito pelado a su madre que le lleve al cine a verla, por lo que necesitaríamos una calificación apta para todos los públicos. Aún y así, nos quedaba la esperanza de que del mismo modo que DC Comics publicó diferentes tipos de Batman para diferentes edades, también pudiera darse la posibilidad de hacer los propio con sus versiones cinematográficas. Mi idea era la de crear un nuevo Batman destinado a lso fans adultos, una versión hardcore que hubiéramos realizado por mucho menos dinero del que en un principio se pudiera imaginar. Los problemas derivados serían los mínimos porque hablamos de Batman, y sobre todo, de Warner Bros, y además podríamos hacerlo con un presupuesto muy ajustado, rodándolo de forma cruda, tensa y salvaje. Quizá rodándolo en 16 mm y quizá estrenándola después de que se estrenara la versión light, advirtiendo de que ésta es para niños y ésta para adultos, hubiera sido posible. Aún y así, Warner Bros. fue muy valiente dándonos vía libre para desarrollar un guión con el que tanto Miller como yo disfrutamos de lo lindo".

Ahí lo tenéis, una libre y despreocupada adaptación de un nuevo Batman que nunca fue posible. Por más que suene un tanto extrema y resulte prácticamente improbable, ¿a quién no le gustaría disfrutar de esta particular versión?. Una intentona que al menos nos da pistas sobre el camino ha recorrido Warner para pasar del Batman de Joel Schumacher al Batman de Christopher Nolan. Y menos mal.


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