Para la historia del fútbol criollo, esto no es poca cosa. Nuestro balompié, ha ido creciendo íntegramente en todas sus fases y categorías, de a pasos pequeños, pero siempre ascendentes. La sub 17 femenina no fue la excepción, por el contrario, han roto
todos los récords y estoy seguro que también han inspirado a más de un venezolano a crecer, tanto en este deporte como en cualquier otra disciplina.Sólo basta con verlas jugar, la determinación que tienen en la cancha es incomparable, personalmente he visto a pocos deportistas con un grado de fortaleza como ese, es impresionante. En sus partidos dan el todo por el todo, me da la sensación de que en su mente está impuesta la frase “no tenemos nada que perder” como si se tratase de un lema y, aunque esto es sólo una vaga afirmación, vaya que es muy cierta, no hay nada que perder pero si ¡mucho por ganar!
Le hago esta pregunta a los venezolanos: ¿Alguna vez se imaginaron que estaríamos celebrando que unas chicas lograran tal hazaña? Apuesto a que muchos responderán que no y es que, estas chicas nunca van a dejar de sorprendernos y tampoco de ilusionarnos. Son un ejemplo de compromiso y trabajo en conjunto. Algo que sin duda le hace falta mucho al venezolano.
Lo mejor de todo lo que han logrado las muchachas, es que verdaderamente ellas se sienten capaces de llegar aún más lejos de lo que ya están y esta actitud la reflejan en la cancha, postura que, como expresaba antes, es la principal fuerza propulsora de sus juegos.
No quisiera aproximarme, pero verdaderamente esta selección está para cosas grandes, yo en definitiva, no limitaría a las “chamas” a la semifinal, estoy convencido de que pueden lograr todo lo que se están proponiendo, pero, si por cosas del fútbol, no lo consiguen, no pasa nada…
La Sub 17 ya es un Orgullo Nacional.