Poco a poco vamos ampliando nuestra capacidad de movernos, aunque ésta sigue siendo limitada. Por eso seguimos observando día a día a las especies de aves que se mueven a nuestro alrededor, en los entornos más urbanos. De las aves urbanas hay unas pocas que se han especializado en criar en los tejados, y de ahí que en esta época sea común detectarlas en estos medios.
La más conocida es sin duda el gorrión común Passer domesticus. El simpático gorrión lleva muchos años a nuestro lado, y elige para criar los espacios en los aleros y bajo las tejas. Suele ser una especie de reproducción algo tardía, y a mediados de mayo están en plenos amoríos.
Otra especie típica de los tejados es la lavandera blanca Motacilla alba. La mariagarcía, como la conocemos en mi pueblo, es otra compañera ancestral del ser humano, totalmente ligada a medios urbanos. En nuestras latitudes hay lavanderas tan sedentarias que apenas se mueven del radio de unas pocas manzanas durante toda su vida. A mediados de primavera los adultos se encuentran muy ocupados buscando ceba para sus pollos.
La especie que junto a las otras dos conforma el top3 de especies de los tejados es seguramente el estornino negro Sturnus unicolor. Es una especie algo más colonial que las otras dos, y más ligada a medios rurales que puramente urbanos, pero su lugar de cría favorito son los espacios bajo las tejas. En esta época también se ocupan en buscar cebas para los pollos, y no dejan de emitir sus penetrantes silbidos desde la parte más alta de los tejados.