Revista Cocina

Las claves para mantener una alimentación saludable

Por David355

La acumulación de malos hábitos alimenticios, el exceso de información contradictoria, el sedentarismo y el estrés están generando una gran cantidad de problemas de salud a rasgos inimaginables. Por ello, he reunido de manera breve y clara las claves más importantes para mantener una alimentación saludable que te servirán como guía básica para proporcionarte los recursos que necesitas. .

Hábitos relacionados con la alimentación

Para que nos sirva como dato, más de dos millones de personas toman medicamentos para adelgazar, esto nos dice que existe muchísima gente desinformada que ni siquiera conoce verdaderamente lo que está bien o está mal dentro de un marco alimenticio saludable. España, como país representativo, se sitúa en segundo lugar en cifras de obesidad a nivel Europeo, disparando de manera alarmante los casos de obesidad mórbida (enfermedad que conlleva trastornos graves como diabetes, dislipemias, hipertensión o fallo cardíaco). Los hábitos que llevamos a diario, especialmente a nivel nutricional son los principales desencadenantes de problemas como éste, entre otros.

Dicho esto, voy a exponer de manera resumida las claves fundamentales para mantener una alimentación saludable practicando hábitos correctos:

  • Ejercicio. No se puede concebir un estado óptimo de salud sin realizar actividad física. No es necesario que sea extenuante o muy intensa. Se busca sobre todo promocionar el desarrollo óseo y la masa muscular. Podemos utilizar el levantamiento de cargas, o algún deporte que nos guste y sea beneficioso como el tenis, el baloncesto, la natación o la calistenia.
  • Dietas variadas. Donde abunden los vegetales frescos, los frutos secos, frutas de temporada, productos integrales y pescados salvajes de calidad. Se aconseja reducir significativamente la ingesta de alimentos procesados y refinados como las harinas blancas, los refrescos azucarados, pizzas, bollerías, dulces...
  • Control del peso. Algunas temporadas como el invierno y el verano son fatídicas, provocando cambios considerables en nuestra morfología, debido en gran parte al periodo vacacional. Es importante ser moderados durante estas etapas y buscar un equilibrio, donde la balanza vaya en contra de los alimentos insalubres. El ejercicio es una herramienta efectiva para compensar los excesos.
  • Nutrición interna. No basta con comer, ni alimentarnos. Hay que nutrirse de manera adecuada. Nuestro organismo requiere grandes cantidades de nutrientes esenciales entre los que destaco las vitaminas como la B (crucial en el metabolismo energético), la vitamina C (fundamental para la producción endógena de proteínas estructurales) y la D (esencial para el buen funcionamiento del sistema inmunitario). No hay que olvidarnos de los minerales y oligoelementos, que suelen ser carentes en nuestra dieta por el empobrecimiento de los suelos, los envasados y el exceso de productos refinados, que nos despojan de ellos notablemente.
  • Gestión de las emociones. Entra como hábito diario cuidar nuestros pensamientos. En ocasiones los problemas en el trabajo, en casa o con los amigos nos llevan a estados de ansiedad descontrolados que nos invitan a la dejadez y el placer rápido, como dulces, grasas de mala calidad, megadosis de cafeína, tabaco o alcohol. Insto a cuidar este aspecto desde la nutrición también, no sólo desde la parte psicológica. Algunos nutrientes nos ayudan a sostener las situaciones de estrés, como el magnesio, los ácidos grasos Omega 3, el zinc, el potasio y la glutamina. Naturalmente, todos al final son importantes.

La suplementación entra dentro de una alimentación saludable

Soy de las personas que apuesto por conseguir todos los nutrientes que nuestro organismo necesita a través de los alimentos. Sin embargo, tal y como va la vida de rápido, donde lo hacemos todo deprisa y corriendo, donde se busca lo fácil y barato, donde cada vez somos más impacientes... Considero muy oportuno la introducción de complementos alimenticios o un apoyo extra de nurientes mediante la suplementación. Dependiendo naturalmente del tipo de alimentación que llevemos y el objetivo que queramos alcanzar.

Resumiendo por encima, remarco lo siguiente como información de interés:

  • Si nuestra compra mensual o semanal no está compuesta en casi su totalidad de alimentos integrales, frescos y con poca o nula manipulación, se va hacer muy difícil obtener el máximo jugo nutritivo de un alimento.
  • Si no consumimos al menos 3 o 4 porciones de frutas y verduras al día, de temporada preferiblemente, va a ser muy complicado obtener las vitaminas y antioxidantes que nuestro organismo necesita.
  • Si llevamos una vida bastante agitada, llena de estrés, preocupaciones, disgustos y cabreos frecuentes, necesitaremos un aporte extra de algunos nutrientes para compensar el desgaste. Mismo caso para los deportistas de élite o que entrenan largas horas al día de forma intensa.
  • En casos de embarazos, infancia, enfermedad o vejez, la comunidad médica cada vez está más de acuerdo en suministrar en estas etapas un aporte extra de nutrientes esenciales.

Como suplementos, podríamos nombrar cien mil, pero muchos son situacionales. Así que aconsejo generalmente multivitamínicos, ácidos grasos Omega 3 y glutamina como suplementos semanales.


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