Revista Vino
Anna, Joaquín (Cal Compte) y yo queremos escribir un pequeño libro de horas a lo largo de las cuatro estaciones del año. Cada estación, en el Priorat o allí donde esté tu viñedo preferido, encuentra su lugar y su momento para explicar historias. Teníamos claro que las mejores horas del invierno suceden alrededor del hogar. Y cuando les propuse la idea, tenía en la cabeza contar un poco cómo había sucedido el renacimiento de la comarca de la mano de uno de sus protagonistas.
Llevaba en el corazón las imágenes de la inauguración (en los Museos Vaticanos) de la exposición de su 500 aniversario: ni más ni menos que su obra más emblemática era la protagonista. No sólo porque sea la más atractiva y cautivadora. También porque con ella Julio II inauguró la colección arqueológica del Vaticano. Pero sobre todo porque la historia de su descubrimiento, la de la inspiración que tuvieron quienes la hicieron y la de quien escribió el texto que les sirvió para esa inspiración, me llevaban, sin remedio, a relacionar todo eso con el Priorat y su historia contemporánea.
René Barbier (Clos Mogador) aceptó entusiasmado, como hace él todas las cosas. Cada vez le gusta más sentirse involucrado en más proyectos. Y sus ojillos nos dijeron que empezar éste, cerca del hogar de Cal Compte y mientras bebemos alguno de sus vinos (los que él elija, los que él considere más atractivos para explicar su participación en el renacimiento del Priorat), le gusta: cómo el conocimiento del pasado, de cómo y por qué sucedieron las cosas, nos da claves para entender nuestro presente y entrever un camino de futuro. De Virgilio a Petronio, de Plinio el Viejo a Julio II, de Miguel Ángel y Felice de Fredis a René Barbier. Junto a las brasas y con un buen vino, sentiremos de nuevo cómo Laoocohontis diuinum quod in Vaticanum cernis fere respirans simulacrum, "la estatua de Laocoonte, que ves en el Vaticano, parece casi respirar". Y cómo nació Roma. Y cómo renació el Priorat.