En la ensenada de Llodero, en la ría de Avilés, se registra la invernada de varios cientos de aves. El porcentaje de aves anilladas es mínimo, quizá inferior al 1%, y por eso su búsqueda se convierte en un arduo ejercicio. Durante esta semana, que han coincidido bien las mareas, he podido localizar un par de ellas, para descubrir que se trata de aves ya registradas en temporadas anteriores.
La primera, que yo mismo he podido ver en inviernos anteriores, es un ave de origen polaco. Se trata de T8XC, y su lugar de anillamiento (en 2018, como adulta) es el lago Dabie, en el límite con Alemania. Su trayecto, en el caso de migrar siguiendo el litoral europeo, podría estar alrededor de los 2.500 km.
El segundo ejemplar, de origen británico, es 2FAA, y fue registrada el invierno pasado por primera vez en la ría.
Otros ejemplares pueden estar de paso, como es el caso del ejemplar E1A1, un primer invierno de origen holandés, anillada en Elst el verano pasado como pollo. Lo observé a mediados de diciembre y no lo volví a registrar.
Estas observaciones nos sugieren que, cuando observamos la concentración de gaviotas reidoras invernantes en Llodero, en buena parte se debe tratar de aves que repiten cada temporada. Y que proceden de todo el área de su zona de cría comprendida en el oeste de Europa, entre Francia y Polonia, incluyendo las islas británicas y parte de Escandinavia. Sin duda ninguna estamos ante una playa de lo más cosmopolita.