Fue una de las sensaciones de Cannes (Premio Un Certain Regard) y también deSitges (Premio FIPRESCI). Era una de esas obras inclasificables, irreverentes, incómodas, transgresoras, polémicas, rompedoras. Una de esas películas que pueden encandilar o aturdir, enamorar o molestar, crear adicción o alergia, pero, lo que si que es seguro, que lo que no provocaba de ningún modo era indiferencia. Su título,"Canino" (Dogtooth), su director, el griego Yorgos Lanthimos. Él era el responsable de trasladarnos el terror cotidiano más afilado y perturbador visto desde "Funny Games". Sus referencias, varias, desde el "Saló" de Passolini al mencionado "Funny Games" de Haneke pasando por los "Dog Days" de Ulrich Seidl. Y sí, para nuestra sorpresa, el film venía de Grecia, una cinematografía hasta ahora desconocida pero que este año parecía que volvía a emerger con un nuevo referente. Su título,"Attenberg", su directora, Athina Rachel Tsangari, o, lo que es lo mismo, la productora de "Canino", su estilo, no podía ser de otra forma, pintaba provocativo. Tras asistir a su pase en Las Palmas, el resultado: un chasco, una intentona de "Canino" que se queda en eso, en mera intentona. Una pena.
Tras fundar y dirigir el Festival de Cortometrajes de Cinematexas y ser seleccionada en 2002 con su ópera prima "The Slow Business of Going" en las encuestas de la revista Village Voice, Athina Rachel Tsangari volvió a Grecia para producir las dos obras de Giorgios Lanthimos ("Kinetta" y "Canino"). Ahora, llegaba a Las Palmas tras su decepcionante premiere en Venecia con su esperado segundo film, una película que, atención, ella misma define como un western contemporáneo.
¿DE QUÉ VA?
Marina es una joven de 23 años que crece junto a su padre arquitecto en una esterilizada ciudad experimental a orillas del mar. Esta joven tiene la particularidad que encuentra la especie humana extraña y repelente. Escucha canciones sobre el suicidio, ve documentales de David Attenborough y su única actividad sexual se la proporciona su única amiga, Bella. De repente, un extraño aparece en la ciudad y le convoca a un duelo de futbolín en su propia mesa. Mientras, su padre, prepara el ritual para su esperada salida del siglo XX, al que considera 'sobrevalorado'. Atrapada entre dos hombres y su amiga Bella, Marina investigará el 'maravilloso' misterio de la fauna humana.
ALGO ASÍ COMO
Canino + Dog Days + Nunca me abandones
CONCLUSIONES
Este era el sugerente argumento de la que estaba llamada a ser la nueva "Canino" y la que parecía, asentaba un nuevo ADN inconfudible en la cinematografía griega. Un ADN basado en el minimalismo, la incorrección, la provocación, la transgresión, la ironía, la irreverencia, el horror y la perturbación. Un ADN particular, muy particular, que la distingue y la hace emerger, un ADN que, lamentablemente, no es el de "Attenberg". Su principal problema: ya existe 'Canino' y ese malsano cinismo que tanto la caracterizó aquí no es más que un solo capricho, una pose que convierte "Attenberg" en una película plana y una propuesta sin fundamento social alguno.
ATENCIÓN A:
Su comienzo. Un guiño directo al Terciopelo Azul de David Lynch al ritmo de Suicide. De lo poco que merece la pena en la película. Comienza apuntando alto pero cae en picado. Otre vez será.
Tras fundar y dirigir el Festival de Cortometrajes de Cinematexas y ser seleccionada en 2002 con su ópera prima "The Slow Business of Going" en las encuestas de la revista Village Voice, Athina Rachel Tsangari volvió a Grecia para producir las dos obras de Giorgios Lanthimos ("Kinetta" y "Canino"). Ahora, llegaba a Las Palmas tras su decepcionante premiere en Venecia con su esperado segundo film, una película que, atención, ella misma define como un western contemporáneo.
¿DE QUÉ VA?
Marina es una joven de 23 años que crece junto a su padre arquitecto en una esterilizada ciudad experimental a orillas del mar. Esta joven tiene la particularidad que encuentra la especie humana extraña y repelente. Escucha canciones sobre el suicidio, ve documentales de David Attenborough y su única actividad sexual se la proporciona su única amiga, Bella. De repente, un extraño aparece en la ciudad y le convoca a un duelo de futbolín en su propia mesa. Mientras, su padre, prepara el ritual para su esperada salida del siglo XX, al que considera 'sobrevalorado'. Atrapada entre dos hombres y su amiga Bella, Marina investigará el 'maravilloso' misterio de la fauna humana.
ALGO ASÍ COMO
Canino + Dog Days + Nunca me abandones
CONCLUSIONES
Este era el sugerente argumento de la que estaba llamada a ser la nueva "Canino" y la que parecía, asentaba un nuevo ADN inconfudible en la cinematografía griega. Un ADN basado en el minimalismo, la incorrección, la provocación, la transgresión, la ironía, la irreverencia, el horror y la perturbación. Un ADN particular, muy particular, que la distingue y la hace emerger, un ADN que, lamentablemente, no es el de "Attenberg". Su principal problema: ya existe 'Canino' y ese malsano cinismo que tanto la caracterizó aquí no es más que un solo capricho, una pose que convierte "Attenberg" en una película plana y una propuesta sin fundamento social alguno.
ATENCIÓN A:
Su comienzo. Un guiño directo al Terciopelo Azul de David Lynch al ritmo de Suicide. De lo poco que merece la pena en la película. Comienza apuntando alto pero cae en picado. Otre vez será.