Otra partida donde para Alekhine (en su pedagógico e instructivo prólogo del libro Nueva York, 1927) se vio a un Capablanca dubitativo, al no concretar las variantes buenas necesarias para llegar a la victoria final, producto de sus cada vez más frecuentes descuidos analíticos, fue la Marshall-Capablanca, Gran Torneo Internacional de Nueva York (10), 1924, Tablas en 66 movimientos; donde el genio cubano no anduvo fino, cosa que corroboraremos a continuación, desde la perspectiva de los mejores módulos informáticos actuales.
El maestro francés de origen ruso siempre se caracterizó por su objetividad en el cálculo efectuado a posteriori sobre las partidas (propias y ajenas) que analizaba.
En este matiz estaba sin duda el secreto de su éxito deportivo gestado en torneos y matches "serios" (esto es trascendental, porque hoy en día apenas los hay y sí sucedáneos mal organizados) a lo largo de toda su brillante carrera deportiva.
Directo de la partida que hoy nos ocupa, La Marshall-Capablanca,Gran Torneo Internacional de Nueva York (10), 1924.Pasando a la partida tipo aquí mencionada por Alekhine, vemos como Capablanca no acertó en incrementar definitivamente la ventaja obtenida:Marshall-Capablanca, Nueva York (10) 1924Posición tras 16.b3En la posición del diagrama, un "comodón" (como Carlsen hoy) Capablanca, hizo 16... Tad8 que es claramente la <segunda mejor jugada>, cuando con la primera (!!) 16...Tae8! (para llegar a ella se hace necesario tener más tiempo para pensar, que no es desde luego el que se ofrece en el fatídico juego de blitz fomentado por una ignorante F.I.D.E. - Federación Internacional de Ajedrez -) hubiera casi ganado ya, al clavar al caballo blanco.La posición se fue poco a poco equiparando, ante un cariacontecido Marshall que no se creía cómo había escapado de aquella presión, pero el norteamericano, de nuevo, flojeó y se llegó otra vez a una posición ganadora para Capa, en un final de "torre y caballo" por bando con mejor estructura de peones para el genio cubano, que desaprovechó sus chances ganadoras al no jugar activo:Marshall-Capablanca, Nueva York (10) 1924Posición tras 31.Cd8.
A partir de aquellos momentos, estimados lectores, tras no acertar con la mejor continuación, 31...g5!, los esfuerzos de Capablanca para intentar ganar la contienda fueron en vano.Ya hemos vistos esta partida en su momento, dentro de este serial, pero ahora, los análisis en la posición del primer diagrama los he ampliado, usando el mejor módulo informático del mundo, en "ajedrez serio", que es el "Dragon 2.5 by Komodo Chess", al nivel también serio y no el que la F.I.D.E. permite usar en sus campeonatitos del mundo (el llamado de forma acertada, mundialito del azar) de 3 minutos de media por jugada.Reproduzca la partida en pantalla, con el ligero añadido analítico en el 16ª movimiento de las negras, realizado en exclusiva para esta crónica de hoy, haciendo caso a las sabias palabras de Alekhine aquí ya expuestas:Marshall-Capablanca, Nueva York (10), 1924
Queridos amigos, viendo la lucidez intelectual que tuvo Alekhine para buscarle los defectos a Capablanca (los mismos que tiene Carlsen hoy, en este caso motivado porque juega demasiado al dañino "blitz" - en cualquiera de sus modalidades rápidas - que promueve como nadie la estúpida F.I.D.E.) para luego descoserlo en el "auténtico" (no el mundialito actual del azar de la F.I.D.E.) Campeonato del Mundo de Buenos Aires, 1927, en 34 grandes y la mayoría luchadas partidas (aquel sí!!, los de hoy, no??); tengo la sensación de que alguien le había leído previamente al maestro francés de origen ruso, la ¡palma de la mano! :
Angel Jiménez [email protected]