Tras localizarla en la carretera la retiré de la misma para poder fotografiarla mejor. He buscado varios datos para comprobar la magnitud de esta amenaza para la lechuza, y los datos no dejan lugar a dudas: 140 lechuzas al menos muertas por atropello en 2008 en Asturias, 178 lechuzas muertas al año en la provincia de Salamanca, 57 atropelladas en el Campo de Cartagena en una década... La época más delicada para la especie suele ser el final del verano, cuando se emancipan los jóvenes que están mucho más expuestos por su inexperiencia, como demuestran muchos estudios.
Además de los atropellos en la carretera, otras amenazas se ciernen sobre nuestra pobre curuxa. La destrucción de las viejas construcciones donde anida, el empleo de rodenticidas que las acaba envenenando, las muertes por disparo o por caducas supersticiones... No es extraño que según constatan los censos de la SEO su población haya disminuido un 13% en la última decada.
