Revista Cultura y Ocio
En abril sólo he leído dos libros (tres en realidad, pero lo explico luego) y no muy gordos. No sé que ha pasado. He tenido vacaciones, he tenido tiempo y me recuerdo a mí misma leyendo en la cama, en el jardín, en el sofá...pero no me ha cundido mucho en cantidad, aunque sí en calidad.
"Extinción" de David Foster Wallace. Primer libro de ficción de DFW que cae en mis manos por gentileza de los Reyes Magos.
Lo primero que tengo que decir es que DFW no se parece a nadie ni en lo que cuenta ni en como lo cuenta.
DFW es un genio. Te coge de la mano y te hace traspasar confiadamente la puerta, el espejo que lleva a su mundo. Leyendo a DFW me siento como Alicia en el País de las Maravillas. En su mundo hay cosas conocidas, elementos que tienen sentido para mí, cosas cotidianas que reconozco...y por eso entro confiada y tranquila a leerle. Y de repente, sin saber muy bien cómo, estoy cabeza abajo, nada es lo que parece. Soy demasiado pequeña o demasiado grande. DFW lo ha vuelto todo del revés, todo gira a mi alrededor sin que sea capaz de atraparlo...es cómo si estuviera en una habitación conocida y de repente las paredes hubieran desaparecido y yo estuviera en medio del desierto o en una carretera desierta. DFW usa todo mi universo conocido, todas mis referencias cotidianas y las descoloca.
DFW "es" intensamente. No es un intenso, no tiene nada que ver con eso, pero todo lo que cuenta es intensamente preciso y muy profundamente moderno y contemporáneo. Lo es tanto que muchas de las cosas sobre las que escribe con mucha precisión y a las que él da una trascendencia vital, quince años después ya están pasadas o incluso han dejado de existir. Esto no tendría porqué ser un problema en sí mismo, al fin y al cabo todo o casi todo lo que cuentan los novelistas de principios o mediados del siglo XX (y todos los anteriores, claro) nos son completamente ajenas, pero el "problema" de DFW es que hay superficialidades sobre las que construye su ficción a las que da un gran protagonismo y que al leerlas 15 años después provocan la misma sensación, entre la ternura y la vergüenza ajena, que me provocan las películas de los años 80 que han envejecido mal. Esto no resta valor a su escritura, pero es una sensación rara...aunque puede que me pase sólo a mi.
DFW es surrealismo cotidiano y psicodelia personal. Es una apisonadora que te apabulla con su dominio del lenguaje y su precisión. Con su escritura, con su genio te pasa por encima y tienes que correr muy deprisa para conseguir que por un lado no te aplaste y por otro poder seguir su ritmo.
En Extinción se recogen 8 cuentos. Confieso que uno fue demasiado para mí y no lo terminé. De los demás, el primero sobre las pruebas de marketing a un bollito y el último sobre un hombre que caga esculturas, son los que se ajustan mejor a lo que contaba antes de mi sensación de estar viendo una peli de los años 80. Son intensamente superficiales en lo que cuentan pero son también intensamente profundos en la sensación que provocan más allá del momento "marketing absurdo" o "arte contemporáneo ridículo".
El cuento más breve y más terrorífico es del bebé y sus padres. Me dejó literalmente temblando. Ahora que lo pienso, en ninguno de los cuentos hay un sentimiento positivo real. Hay mucha desesperación, mucho cinismo, mucho "fraude".
"Si nunca han llorado ustedes y quieren llorar, tengan un hijo"
"La paradoja de la fraudulencia consistía en que cuánto más tiempo y esfuerzo invertías en resultar impresionante o atractivo a los demás, menos impresionante te sentías por dentro: eras un fraude. Y cuanto más fraude te sentías, más te esforzabas en transmitir una imagen impresionante o agradable de ti mismo para que los demás no descubrieran a la persona vacía y fraudulenta que realmente eras".
"Es más bien como el repentino destello interior cuando uno ve algo o se da cuenta de algo: un destello repentino o lo que sea que marque una epifanía o un descubrimiento. No es simplemente que suceda demasiado deprisa como para que uno pueda descomponer el proceso y ordenarlo en forma de idioma inglés, sino que sucede a una escala en la que ni siquiera hay tiempo para ser consciente de ninguna clase de tiempo en absoluto en el que esté teniendo lugar el destello: lo único que uno sabe es que hay un antes y un después, y que después uno es diferente."
¿Lo recomiendo? Si, pero sólo para valientes y aguerridos lectores.
Travels with Charley de John Steinbeck. Hace meses encontré este libro en internet y como si fuera un náufrago, mandé un tweet diciendo "que alguien me regale este libro". Tuve mucha más suerte de la que suelen tener los náufragos y por mi cumpleaños, alguien que me conoce mucho y me quiere más, me dio la gran sorpresa y me regaló ese libro dos veces. ¿Dos veces? Si. Me regaló la versión en inglés y a pesar de que está descatalogado consiguió un ejemplar en castellano para que fuera comparando ambas versiones, no se fiaba de que la traducción fuera lo suficientemente buena.
El libro en castellano es de una biblioteca de Estados Unidos que supongo decidió deshacerse de parte de sus fondos y no se como llego a Amazon. No me importa. El libro lleva un sello de la "Pend Oreille County Library" y ¿dónde está esto? Pues nada más y nada menos que en el condado de Pend Oreille, en el estado de Washington al oeste de Estados Unidos. La biblioteca está en un micropueblo a orillas de un río y cerca de una reserva nacional.
Me alucina pensar en la cadena de acontecimientos que han hecho que este ejemplar, que este libro, haya llegado de una minúscula biblioteca en un pueblo rural del oeste de Estados Unidos a mis manos. Vi la reseña del libro, lo tuitee, alguien se fijo, alguien se preocupo, alguien decidió que ese libro en castellano no tenía sentido en esa biblioteca o alguien lo robó y llegó a Amazón. El alguien que me quiere mucho lo encontró y aquí está. Es una de esas cosas que crees que nunca te van a pasar...y pasan.
He ido leyendo las dos versiones alternándolas. Un capítulo en inglés y luego una lectura rápida en castellano por si me había perdido algo. La mayoría de las veces sólo me había faltado entender alguna palabra y he descubierto que la versión en castellano es bastante pobre y regulera. Otras traducciones de Steinbeck que he leído eran muchísimo mejores.
¿De qué va el libro? Con 58 Steinbeck decide hacer un viaje alrededor de Estados Unidos con el propósito de conocer su país porque siente que después de 25 años viviendo en Nueva York, París y Londres se ha desconectado de la realidad de los americanos de a pie. Organiza el viaje, se compra una especie de autocaravana a la que llama "Rocinante" y se lleva a su perro, Charley, para que le haga compañía.
Steinbeck empieza su viaje con muchas ganas y mucho empuje. Con decisión quiere verlo todo, conocer a la gente, quedarse con los paisajes, con las imágenes, con las opiniones. Se siente curioso e inquieto. Interesado. Y consigue mantener ese empuje hasta que alcanza la costa oeste de Estados Unidos. Allí el lector percibe como al llegar a su territorio natal se va poco a poco desinflando física y anímicamente. Ese decaimiento llega bien porque es una empresa demasiado ambiciosa o por lo que el mismo Steinbeck explica "me siento igual que cuando estuve en el Prado, no puedo asimilar más, mi cuerpo dice no y mi cerebro está de acuerdo". El lector, yo en este caso, llega al final deseando que Steinbeck vuelva a casa, a su cama, a su rincón y descanse.
El libro es un diario de viaje en el que Steinbeck cuenta lo que ve, describe los paisajes, sus encuentros con distintas personas. Expone sus sensaciones viajando por su país, reflexiones sobre política, sobre medioambiente, sobre la pérdida de los localismos por culpa de la televisión y la radio y todo lo va mezclando con recuerdos de su infancia, de su vida, de su manera de escribir...Es un diario de viaje que se parece mucho a lo que podría escribir yo (por supuesto en mi estilo cutre a años luz de Steinbeck) si pusiera por escrito todas las cosas que se me ocurren cuando voy conduciendo.
Steinbeck lo explica muy bien, conducir solo es una manera maravillosa de pensar.
"If one has driven a car over many yearse, as I have, nearly all reactions have become automatic. One does not think about what to do. Nearly all the driving technique is deeply buried in a machine-lie unconscious. This being so, a large area of the concious mind is left free for thinking."
Steinbeck admira el otoño y comparte mi odio hacia el "buen tiempo" permanente.
"I´ve lived in good climate, and it bores the hell out of me. I like weather rather tan climate".
Y al final, cuando su viaje se está acabando...dice algo muy cierto.
" Who has not know a journey to be over and dead before the traveler returns? The reverse is also true: many a trip continues long after movement in time and space have ceased"
Es Steinbeck, es un viaje en coche y un diario. Lo recomiendo muchísimo. Y creo que hace buena pareja con otro libro de viajes por carretera por Estados Unidos, "Menuda América" de Bill Bryson.
Y con esto y un bizcocho...hasta los encadenados de mayo.