El hombre, el mito, la leyenda. Terry Theise. Un tipo hecho a si mismo, un tipo que descubre su pasión por el vino gracias al atlas de Hugh Johnson (ahora con Jancis Robinson). Un tipo que forja su carácter a base de coche y de km a través de la vieja Europa. Un tipo que construye su gusto y su paladar a base de minuciosidad, de método y de conocimiento sobre el terreno: de pocas pero claras ideas. Muchos años de informes, muchos vinos en su portfolio de Skurnik, todos los "vignerons" conocidos y bebidos en su casa: LA referencia en Alemania, Austria, Champagne. De mayor quiero ser como él... Si lo tenía más o menos claro tras leer varias añadas de sus comentarios y probar alguno de sus vinos, con su libro lo tengo ya diáfano. Éste tipo escribe las cosas sobre el vino y sobre cómo hay que aproximarse a él que a mí me gusta leer, cosas con las que me identifico de una manera espontánea, sin haber pensado mucho en ello antes. La lectura se está convirtiendo, además, en una sucesión de deliciosos "momentos Theise". Había reservado esta etiqueta en el cuaderno para los moscateles que más me gustaran y sorprendieran ((la moscatel es una de las uvas preferidas por Theise, ¡y por mí!). Pero la rompo para recomendar vivamente la lectura de este libro (por ahora sólo en inglés...) y ¡la de un champagne!
Caramba, sí, un champagne y no un moscatel, porque mientras bebía una de las botellas del cuvée Fidèle de Bertrand y Hélène Gautherot (han caído dos estos últimos días...), pensé mucho en Theise. Y, caramba también, porque Vouette&Sorbéeno está en el portfolio de Champagne 2010 de Terry. El Fidèle que he encontrado ahora en el mercado (sobre los 37 €: sí, muy caro, pero merece la pena) lleva fecha de degüelle de 14.12.2009. 11 meses: he ahí uno de los consejos de Theise en el apéndide de su último portfolio: "But I strongly prefer Champagne with at least 4-6 months on the cork, depending on the wine. Earlier than that and they often taste like an orchestra tuning up, cacophonous and disorganized.." Todos los productores de vino espumoso tendrían que poner esa fecha en sus botellas. Todos. La casa está en Buxières-sur-Arce (Aube) y casi todo el viñedo reposa sobre tierras calcáreas del Jurásico superior (período kimmeridgiano: ¡entre 150 millones y 700 mol años!). La plantación es mayoritaria de pinot noir pero la influencia y cercanía de Chablis está llevando más y más chardonnay a la casa (su cuvée Blanc d'Argile). Agricultura biológica, certificación Démeter. Desde 1998 no entra en el viñedo o en la bodega nada que no sea natural. ¡1998! La fermentación es natural gracias a las levaduras del viñedo y de la pruina. Todos sus champañas hacen la maloláctica. No hay clarificación ni estabilización ni dosaje Extra brut todo.
Es un vino que conviene abrir por lo menos una hora antes de ser bebido y que agradece temperaturas no muy bajas: ideal sobre los 10ºC. Pura expresión de ese suelo de arcillas y calcáreo del sur de la Champagne, la pinot noir (es un blanc de noir) se percibe con una finura casi de filo de navaja. Metálico. Espeluznante pureza. Tremenda acidez. Naranja sanguina. Zumo de pomelo. Fresitas del bosque a medio envero. Vinoso y delicado al tiempo. La burbuja necesita oxígeno. Empieza casi muerta y al cabo de una hora, su integración en el vino es asombrosa. Pequeña, mínima, se hace presente en el paladar con su precisa aportación. Coral roto...He vuelto al vino tres días después: ¿¡72 horas abierta una botella de champagne, léase espumoso!? No os asómbréis. Una de las diferencias entre un buen vino y un gran vino, entre un buen vino industrial y un gran vino natural es que el primero muere rápido, una vez abierta la botella. El segundo, si se abre en el momento adecuado, vive y vive. Fidèle estaba mucho mejor a los tres días. La fruta, ácida, estaba más viva y presente que antes. Un posgusto de bayas silvestres (arándano rojo) se hizo bien patente. Y se completó con un ligero amargor de endrina y un bello cítrico de piel de naranja amarga.
He aquí un vino que es la expresión pura de las ideas de un hombre, Bertrand Gautherot, y de su entorno (tierra + cultura + cepa = vino, es decir, el auténtico concepto de terruño). Un vino, además, Fidèle, que me ha parecido muy representativo de las ideas que estoy leyendo en el libro de Theise. Un champagne y un libro que hay que leer y beber. ¿En qué orden? Vosotros mismos, pero a mí, ¡esto de leer vinos cada vez me gusta más!