Hoy a la tarde me acerqué hasta allí. La presión humana en la playa de Bañugues es muy alta, así que las aves tienen que buscar refugio donde pueden. Por eso los encontré alimentándose en las rocas en torno al puerto.
Están todos muy guapos en plumaje nupcial. Destacan los chorlitejos grandes Charadrius hiaticula, de los que ayer hubo casi 60, de todo sexo y condición.
Pero además de ellos había otras especies, hasta un total de 10. Por ejemplo, archibebes comunes..
Archibebes claros...
Chorlitos grises...
Correlimos comunes...
Andarríos chicos...
Y el gran protagonista negativo de la migración de este año, el zarapito trinador.
Las agujas colipintas prefieren la arena, siempre, cueste lo que cueste.
Y entre bocado y bocado a algunos les da tiempo a echar una cabezada. El descanso es fundamental para estas aves junto a la alimentación en sus paradas migratorias.
