Esto de terminar un año me tiene frito. Me pasa a menudo que la emoción me desborda por razones incontrolables para mi (consecuencia de mis desajustes y defectos) así que, en una suerte de lotería extraña, me pongo a llorar, me alegro o me apeno de forma exagerada en los lugares más imprevisibles. Y muchas veces en los más indeseables.
Para gestionar este torrente de sensaciones incontroladas se me recomienda, entre otras cosas, hacer listas. "Cumplir un objetivo, por pequeño que sea, es una de las mejores sensaciones en las personas, probadlo". Escuché esta frase a un personaje menor en el sentido estricto del termino. Javier García, bronce en el concurso de pértiga de la Olimpiada del 92 en Barcelona. Un tipo normal, que jamas aspiró a una medalla olímpica pero que, como otros muchos deportistas ignorados y practicantes de deportes minoritarios, se puso las pilas de cara a la cita memorable en la Barcelona olímpica. Así que García entrenó, se preparó, asistió a sesiones de psicoterapia, esculpió su cuerpo y preparó su mente para lograr un objetivo que, en circunstancias normales y sin mediar la cita olímpica, no era ni de lejos para alguien como el. Javier García no era ni profesional antes de Barcelona (Entiéndaseme. Profesional en atletismo en España antes del 92 era un término desconocido y difuso) y su concurso en Seul 88 fue más bien discreto (no quedó ni entre los 10 primeros). Así que nada hacía entrever su bronce 4 años después.
Sin embargo lo logró. Y lo hizo, a esto voy, haciendo listas. Cada día se planteaba una lista de objetivos, físicos y psíquicos, que debía cumplir al final de la jornada. A veces era quien de cumplir toda la lista y en otras ocasiones no, pero el simple hecho del reto diario lo empujó hacia el éxito. A un tipo normal, con un físico normal y una mente normal, pero con aspiraciones exageradas.
Mi lista de vinos en 2015 es poco ortodoxa. Como mínimo. Mucho gallego (obvio, vivo aquí), tintos y blancos casi a la par y precio contenido. Estos vinos que hoy planteo sin ningún orden y que me llevará más que un post ofreceros, son mi lista de 2015, sin ánimo de nada. Los probé y o bien me gustaron o bien no me disgustaron. Y existen, que ya es algo. Además, ni tengo detrás a ninguna bodega, ni me paga la AEPEV para que diga que tal o cual ni tengo interés en que quedéis bien con estos vinos en vuestras cenas navideñas. Ya os adelanto que nunca quedareis bien en esas cenas. No os esforcéis. Que beban vinos del super.
La lista solo cumple una premisa: el vino me gusta a mi y lo he probado. Esto hace casi imposible que os topéis con determinadas marcas industriales más o menos indeseables. Solo eso. Así que sin más, empecemos:
Mis mejores en 2015
1. Tear 2014
Me topé con este Mencía (casi todo) hará ya unos años y es, por su propia existencia, el mejor ejemplo de la Ribeira Sacra más real y presente. Lo hace gente que necesita venderlo para seguir haciéndolo, en un proyecto familiar y de escasísima producción. Por 7 euros lo encontráis (aunque cuesta, porque hay muy poco). Este 2014 es especialmente bueno.
2. Tabla de Sumar 2014
He probado este año muchos más vinos del amigo Jose A. López y, para seros sincero, estoy empezando a entrar en una especie de relación amor-odio con esta casa. Sus vinos me gustan por regla general y son de lo más original y cierto en Rías Baixas. Sin embargo, año tras año, me encuentro con que los Tricó (su marca de bandera) antiguos me gustan mucho más que los más recientes. De hecho, de toda su gama este Tabla de Sumar de 2014 fue de lo que más me gustó en la recata. A 9 pavos lo podéis encontrar en tienda.
3. Peza do Rei 2014
No he probado el blanco así que este tinto es toda mi referencia del vino que más dio que hablar en la Ribeira Sacra este año. Le gusta a Obama y por lo visto eso ha convertido a este vino en un "must" de esos que hay que probar para estar "in" o "en la onda" en lenguaje ochentero. A mi me parece buen Mencía, aunque no está ni de lejos en mi olimpo de los tintos de esta uva. A 8 o 9 euros lo tenéis que encontrar.
4. Viña Cazoga 2014
Tenía de esta bodega un vago recuerdo de 2009 o 2010 en que me pareció un vino verde y poco memorable. Sin embargo, este año he podido probar este 2014 dos veces y me ha sorprendido. Ha pasado "al lado oscuro" y es más fresco de lo habitual para esta zona, algo de agradecer cuando todas tus cualidades son ser fragante y accesible. Este es bueno para lo que cuesta. En la linea de los 9 euros habituales (un inciso; un Mencía por menos de 7 euros NO ES RECOMENDABLE. Algo se ha hecho para que sea tan barato y más en Galicia, donde no hay volumen para esos precios)
5. Triay Godello 2014
Otro vino que va y viene de mi mundo hacia afuera. Triay lo tomé en 2007 y me alucinó. Lo probé en 2011 y dije "no, gracias" y ahora, de nuevo, pruebo un blanco más que aceptable, fácil de beber y en una linea que a mi me gusta en el Godello de Monterrei. Vino floral pero con un grado de frescura y "chicha" suficiente para sus 9 euros en tienda.
6. Memoria de Ventura 2014
No soy yo de los habituales en Valedorras y menos para la Mencía. pero recuerdo aún aquella primera visita a Adega da Pinguela en 2009. Me gustó entonces el blanco y hoy mucho más el tinto, mencía joven al estilo Valedorras. Este Memoria anda en los 10€ en tienda.
7. Quinta das Bateiras 2013 (Portugal. Bairrada)
Aunque recomendaría cualquier vino del amigo Mario Sergio, quiero quedarme con este 2013 blanco por dos razones. La primera, que el 2013 es la añada en el mercado porque el joven es este. Si, si, se guarda un año en bodega antes de sacarlo. Así de heavy. La segunda razón es su precio. Cuesta en España 10 euros. Un vino de importación. Uvas autóctonas en un lugar original, en altura pero de suelos arenosos y fondos marinos del cuaternario. Quien no lo conozca debería buscarlo, no es muy difícil de encontrar.
8. Eidos Ermos 2014
Con Luis Anxo estoy entrando también en esa relación amor-odio porque, año tras año, sus vinos top me parecen más difíciles de desentrañar y más complicados. Sea por esa razón o por otra, este simple y directo Eidos... me resultó agradable y muy bebible. Por 11-12 euros lo encontrareis, aunque va quedando poco.
9. Uno de 2013
No me gusta el Txacolí. Habré probado en la última década unos treinta. Y nada chico, un desastre, caros y prescindibles la mayoría. Pero con este van dos añadas que me hacen tilín, y eso merece contarse. El Uno de 2013 es mezcla de variedades propias del lugar y, me cuentan, un claro ejemplo de la zona donde se hace (Arabaco Txacolina). Además, no es para nada caro, solo 12 € en tienda.
10. Toalde 2014
Los vinos que firma Roberto Regal tienen una característica muy personal, una que yo aún estoy por terminar de definir. Pero el Toalde, que probé por primera vez en 2012, ofrece matices que lo vuelven personal y diferente aun siendo otra Mencía de la Ribeira Sacra. Este, en 12 euros es fácil de conseguir, aunque no hay mucho.
11. Viña Regueiral 2013
Mi lista de Mencías siempre acaba incluyendo el vino de Juan y en este 2013, además, porque es el ejemplo máximo de su premisa fundamental; que el reposo en bodega cuenta. Un vino que no pasa por barrica pero pesa como si pasase, que es un vino joven más pero no tiene nada que envidiar a la estructura de un crianza y que, para más inri, es fresco como un demonio. Uno de mis preferidos. Ronda los 11 pavos, y pocos me parecen.
12. Albamar 2014
A cada cata que voy alguien le mete pegas. "le falta algo", "está rico, pero..." y otra sarta de afirmaciones similares a las que escuché cuando salió el 2013 o el 2012 o incluso el memorable 2011. Pero, cuando se recata un año después todos dicen "anda!, que cosa mas rica". Este 2014 se pasa (dicen) de exuberante. Lo mismo decían de Scarlet Johansson. Decían.
En 10-11€ lo tenéis en casi todas partes.
13. Moraima Caiño 2013
Buen tinto Rías Baixas en esta cooperativa. Digo lo de cooperativa en positivo, que luego me riñen, porque esta lo es, en senso estricto, no como otras que son ya de facto S.A. en toda regla pero disfrazadas de cooperativas. En esta el vino es el que es y, aunque el blanco dejó de gustarme hace añadas, este tinto me sorprendió gratamente este 2014. Sobre los 14 euros lo podéis conseguir, aunque va quedando muy poco.
14. Madialeva 2011
Tenía ganas de incluir en la lista un tinto de Fernando Algueira, pero como el mencía no me gustó especialmente en esta añada, quiero compartir este magnum de 2011 que nos bebimos hará unos meses y que me parece una de las mejores garnachas del año para mi. Fresca pero marcada y muy "vino" sin las apreturas de otros. Vamos, que te bebes más copas que una...y que dos. Es caro, aviso, sobre los 50 o 60 pavos el Magnum (solo se hizo en este formato).
15. Alanda Banco 2013
Ya no creo que deis con el, pero estaba rico este Godello de Mateo. Un godello que no lo es, porque en el 2013 primó más la Dona Branca y lleva además algo de Treixadura. Pasa por madera, pero eso solo le da más estructura y lo encarece algo. Anda en los 15 euros.
Creo que para empezar está bien, ¿no?. En unos días seguimos, que ya estoy llorando otra vez (puto sorteo de la Lotería) . Sed pacientes.