La playa de Bañugues es un buen lugar para la observación de estas argénteas adultas. Hay que tener en cuenta que su invernada es muy escasa, las argénteas son sedentarias y son sólo unos pocos ejemplares (quizá unos cientos, no más), los que se desplazan desde sus áreas de cría hasta el norte ibérico. Seguramente se trata cada año de los mismos individuos, que adquieren desde sus primeros años de vida el hábito de desplazarse y son fieles todas las temporadas a sus cuarteles de invierno.
