Quién se va sin ser echado, vuelve sin ser llamado…¿Te acaban de dejar y estás quemando Google para saber si volverá tu ex? Pues lo siento: ni el tarot, ni el horóscopo, ni tu mejor amigo/a, ni tu madre, ni Penelope Parker, ni Fabio Fusaro, ni yo tenemos la menor idea. Sí, sé que lo que necesitas oír ahora mismo es: todos los/las ex vuelven. De hecho, es posiblemente la única razón por la que has entrado a leer este artículo. Y hasta te da igual para qué vuelvan. El caso es que den señales de vida, aunque sea para volver a decirte que no te quieren. Aunque sea para asegurarse de que siguen manteniendo a su fan nº 1 a su disposición. Aunque una vuelta que sólo precede a una nueva despedida, te haga más daño todavía. Tú lo sabes. Y no te importa. Quieres ese alivio, aquí y ahora y no te importa pagarlo con el cheque en blanco del dolor posterior.
En tu cabeza, sólo parecen existir dos caminos. O que el ansiado ex reaparezca, todo se arregle por arte de magia y la relación se retome desde el punto en el que terminó: o que tu vida a partir de este momento se convierta en una larga y árida travesía sin amor en la que no volverás a encontrar otro como él, porque, por supuesto, era el amor de tu vida, tu alma gemela, la luz de tu día y las estrellas de tu noche sin luna.
Como la segunda opción es demasiado horripilante, te aferras a una hipotética vuelta del ex como si fuera tu única y última posibilidad de ser feliz.
¿Y si te contase que existe un tercer camino? ¿Que tu felicidad es perfectamente posible sin depender de las acciones de los demás?
Que vuelva tu ex o que nunca superes la ruptura, sólo significa que no te atreves a moverte de donde estás.
Sin embargo, trabajar tu felicidad es una elección que requiere movimiento. Significa emprender un largo, duro y apasionante viaje. Este duelo y este dolor, son tan sólo el inicio de la verdadera historia de tu vida. ¿Te ha dejado tu ex y sientes que sin él o ella no puedes vivir? ¡Enhorabuena! Porque cuando tocas fondo, cuando todo está perdido, cuando no hay esperanza…empieza el cambio.
Si esperas a que vuelva tu ex, te estancas. Si crees que fue tu única fuente de felicidad, te estancas. Si asumes que esto es un viaje y empiezas a moverte, construyes algo nuevo.
¿Crees que una ruptura es un final? Al contrario. Una ruptura, siempre es un comienzo.
Así pues, antes de volver a preguntar a google si volverá tu ex, te propongo te detengas cinco minutos y hagas el siguiente ejercicio: visualízate en el aquí y ahora. Piensa en lo que te rodea. Estás situado/a en un mundo que está lleno de vida, visible o invisible. Y tú eres parte de esa vida. No hay futuro, no hay presente. Intenta conectar o intuir esta energía que te rodea. En cuanto lo consigas, intuirás la presencia de la plenitud.
No será fácil. A corto plazo es más fácil engancharse y permanecer en esa incómoda zona cómoda en la que no crees en que puedes cambiar, porque no te atreves a intentarlo. Pero yo no te oferto un bálsamo para que te sientas bien cinco minutos. Tendrás dolor y sentirás ira, abandono y negación y habrá momentos en que flaquearás y querrás tirar la toalla, porque todo resulte demasiado duro y es más cómodo llamar a tu ex, o . Y éste es un proceso para el cual no existe ningún analgésico: no hay nadie que lo viva dentro de ti y el único alivio que obtengas lo deberás generar tú. Sin embargo, es tu mochila para caminar por unos parajes nuevos, para conquistar la paz de espíritu y para aventurarnos en la conquista definitiva de un vacío que ahora sólo nosotros podemos llenar.
¿El resultado? Una apuesta definitiva por la vida, por la madurez y por el verdadero aprendizaje del amor. Podrás conocer nuevas experiencias. Descubrirás otra maneras de ver la vida. Abrirás puertas que desconoces que existiesen. Parafraseando a Muhammad Ali, sufrirás ahora para vivir el resto de tu vida como un campeón. Y un día, quizás vuelvas la vista atrás y recuerdes la época en que realmente te importaba que regresase tu ex. Y te alegrarás de que nunca lo hiciese.