Los hábitos de lectura varían de país a país y para conocer a los mejores ubicados hay distintas formas de constatarlo. Una es saber qué país tiene la mayor cantidad de lectores y otra los que comprenden mejor lo que leen. En esta carrera mundial de lectores, porque hay datos que los sorprenderán.
Si empezamos por los países que tienen un alto porcentaje de lectores, los islandeses leen unos 40 libros al año, esto los convierte casi en los más lectores del mundo siendo solo superados por Finlandia con 47 libros anuales. Además, uno de cada diez islandeses publicará un libro a lo largo de su vida. Esto hace de Islandia, la mayor generadora de escritores del mundo. Si tenemos en cuenta que Islandia cuenta con 100.000 habitantes sólo en la capital (Reykjavik), nos haremos a la idea de que la ciudad tiene 10.000 autores entre su población, con libros publicados todos al cien por cien en islandés como defensa del idioma. Los islandeses compran más libros per cápita que cualquier otro país del mundo.
De acuerdo con el Eurobarómetro, un reporte de la opinión pública en la Unión Europea, el 80 por ciento de los suecos ha leído al menos un libro en su vida y el 71,8% lee habitualmente libros. La estadística indica que un 68 % de los finlandeses leen libros. Alemania tiene un 67% de lectores. Los británicos, por su parte, un 61%, y leen 2,6 libros de promedio en las vacaciones. Francia tiene un 56% de habitantes que lee habitualmente. Un 54,9 % de los daneses también gusta de leer. Un noruego promedio lee 18 libros por año. Un alemán (49,8%), aproximadamente 15 libros anuales.
De acuerdo con este reporte, en promedio, el 60 por ciento de los europeos ha leído al menos un libro en los últimos doce meses. Los europeos del norte leen mucho más que los del sur, un promedio de 5 libros por año.
Los españoles son los europeos que menos aprovechan el tiempo libre del verano para leer. O al menos eso es lo que se desprende de un estudio realizado en 2011 por la consultora británica YouGov en la que sitúa a España en la cola del ranking con una media de 1,7 libros leídos durante las vacaciones, por debajo de la media europea que es de dos libros por persona.
Sin embargo, de acuerdo con los diagnósticos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Finlandia encabeza la lista de los que mejor entienden lo que leen, seguido por Canadá (donde promedio de lectura per cápita es de 28 libros por año, el más lector de América), Nueva Zelanda, Australia, Irlanda, Corea del Sur, Reino Unido, Japón, Suecia, Austria, Bélgica, Islandia y Noruega.
Pero hablar del porcentaje de lectores que tiene un país y de la calidad de comprensión de lectura no lo dice todo. Para demostrarlo, están los reportes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO).
Según la UNESCO, Japón tiene el primer lugar en el hábito de la lectura. El 91 por ciento de la población está acostumbrado a leer habitualmente (libros, periódicos, revistas informativas, deportivas, de música, de mangas). Por ejemplo, un japonés leerá en un año entre 46 y 47 libros. Corea del Sur tiene un 65% de su población que tiene hábitos de lectura.
El panorama en Europa no es tan bueno para todos, como parece. La Federación de gremios de editores de España dio a conocer que el 46.5 por ciento de los españoles nunca lee, y según el Eurobarómetro, los índices más bajos de lectura en Europa se observan en Portugal, con 32 por ciento de personas que no leen, y en Grecia, con el 45 por ciento que nunca tomaron un libro en su vida.
Menos lectores en América
Según datos de la Asociación Nacional de la Educación de Estados Unidos (NEA), el 57 por ciento de la población norteamericana acostumbra a leer contra un 26.5 por ciento de los latinos que viven en Estados Unidos.
Pero más de una tercera parte de la población norteamericana tiene problemas de lectura, a tal grado que se estima que 60 millones de norteamericanos son analfabetos funcionales. De acuerdo a un informe confidencial presentado conjuntamente entre el U.S. Department of Education and the U.S. Department of Labor en el año 2000.
Por su parte, algunos países de América Latina tienen índices más bajos de lectura, como: Brasil, con 14.8 por ciento de lectores y Colombia, con 37 por ciento.
En Argentina el promedio general es la lectura de un libro cada dos meses
En la Argentina cuatro de cada diez personas dicen haber leído de uno a tres libros en los últimos seis meses; el 15,5 por ciento entre cuatro y cinco y el 11 por ciento de seis a diez. Solo el 5,1 por ciento de la población leyó más de diez. Pero el 27,2 por ciento de los argentinos admitió no haber abierto ni una sola página en el mismo período. El promedio general en el país dice que se leen 3,5 libros en seis meses, es decir un libro cada dos meses aproximadamente.
El 75,2 de los argentinos (según una encuesta del diario Clarín) no concurrió a una biblioteca en el último año, el resto respondió que sí. En la Argentina un alumno lee en promedio menos de medio libro por año. En Estados Unidos, obligatoriamente un alumno de 8º año lee 6 y 7 libros por año.
En México, según la última encuesta nacional de lectura, el 85 por ciento de los mexicanos no lee ni siquiera un libro al año. La UNESCO asegura que solamente el 2,8 por ciento de los mexicanos tiene un real hábito de la lectura.
Una persona que lee es más crítica consigo misma y con la sociedad en la que vive. Una sociedad en que se lee es más exigente y por lo tanto tiene más capacidad para progresar.
Desde el año 2001, la UNESCO ha otorgado anualmente el nombramiento de ‘Capital Mundial del Libro’ a aquella ciudad que, por la calidad de su industria editorial y el fomento a la lectura, se lo merece y no porque sea el que más lectores tenga.
En 2007, la ciudad de Bogotá fue la elegida gracias a sus múltiples esfuerzos por fomentar la lectura. Esa fue la primera vez que una ciudad latinoamericana recibe este título, luego de que en años anteriores, Madrid, Alejandría, Nueva Delhi, Amberes, Montreal y Turín recibieran esta distinción. Posteriormente, en el 2011 fue elegida Buenos Aires, recibiendo la visita de destacados escritores internacionales.
Perfil de lector argentino